Triunfo del Robleño más relajado (Crónica Majadahonda 16 Septiembre)
Fernando Robleño ha podido disfrutar de dos bombones y desplegar una muy buena versión ante una positiva entrada en Majadahonda (algo más de 2/3) cimentados en el trabajo de su gestor, Jorge Arellano.
Buen ambiente en los tendidos del coso madrileño con una corrida de Luis Albarrán bien presentada y variada de juego. Un cartel lejano al habitual, muy de Madrid, que contó con el beneplácito del público y momentos de buen toreo.
Abrió el festejo Luis Miguel Encabo ante un toro alto y serio que blandeó de salida. El de Alcalá le templó en la muleta con disposición y temple. Las series tuvieron factura correcta en base a la experiencia del diestro sin la entrega necesaria de la res. La espada se llevó el trofeo. SILENCIO.
Miguel Abellán entusiasmó a los tendidos con un recibo animoso de capa que demostró el carácter cariñoso de los espectadores. El de Luis Albarrán fue de menos a más y permitió una faena ligada del de Usera con mucho oficio. La espada se llevó el trofeo al pinchar. Además, resultó herido con un corte, teniendo que rematar su labor Encabo con poco acierto con los aceros. SILENCIO.
Fernando Robleño toreó a placer a un animal alto y noble de Albarrán. La labor tuvo muchos quilates al natural por reunida y por mano baja. Fernando abandonó el paso guerrero acostumbrado y acabó con bellos remates que pusieron un broche de oro a una faena muy buena. La espada, bajonazo feo, dejó todo en OREJA Y PETICIÓN.
Luis Miguel Encabo toreó con cadencia al cuarto de la tarde con el capote. Con las banderillas -el único al que puso los palos- gustó antes de protagonizar una faena de técnica y oficio ante un animal manso. Ligó por el lado derecho con solvencia pinchando el premio con la desafortunada espada. SILENCIO.
Robleño redondeó su tarde por el mismo palo, por naturales, ante el quinto. Un toro a más en la muleta con el que se relajó dejando grandes naturales que fueron pasando del paso guerrero al relajo y cadencia. Disfrutó e hizo disfrutar pero la espada cayó en el feo rincón del primero. OREJA.
Encabo cerró la tarde con un recibo vibrante al sexto. Un animal de corto recorrido al que hizo él con su muleta hasta dejar algunos remates primorosos. De nuevo la espada emborronó de feísima manera su tarde siendo despedido en SILENCIO.
ROBLEÑO CUAJA UNA NOTABLE TARDE APROVECHANDO LOS BOMBONES DE ALBARRÁN QUE LE CUPIERON EN SUERTE. ENCABO PINCHA SU PROFESIONALIDAD Y ABELLÁN CAE HERIDO EN LA MANO. GRAN ENTRADA EN LOS TENDIDOS CON UN CARTEL DIFERENTE BIEN TRABAJADO.