Sergio Sánchez, nueva ilusión (Crónica Olivenza 13 Septiembre)
Mientras Madrid sigue “apoyando” a la fiesta de los toros a su manera, prohibiendo, la Diputación de Badajoz continúa con su apuesta por el futuro con sus clases prácticas. Así pasa lo que pasa cuando se mira la partida de nacimiento de los principales toreros del escalafón. El Covid sólo ha demostrado la incapacidad de los que dirigen la tauromaquia en Madrid reaccionando de una manera tan triste cómo su labor. En Badajoz en vez de llorar y darse golpes de pecho los chavales torean, eso sí, nadie conoce al encargado de los toros en Extremadura.
La tercera novillada del Ciclo se ha celebrado en Olivenza a puerta cerrada a excepción de unas pocas invitaciones controladas. Cuando se quiere se puede, eso sí, sin fotos chulis dándose golpes de pecho.
Abrió la tarde Manuel Rueda con un novillo de Bernardino Piriz con el que fue a más durante la faena. Si bien tardó en ver la distancia ideal del novillo luego logró acople sobre una cosa básica, HAMBRE. Una labor encomiable, plena de entrega, en la que sólo el tiempo deberá dictaminar si ese hambre rompe hacia adelante o no. Eso lo da el torear pero las ganas no se pueden más que aplaudir. DOS OREJAS.
En el cuarto vivió la cara más amarga a base de golpes desde que se puso de rodillas en el centro del ruedo para recibir a su enemigo. El novillo tuvo cuajo y exigencia pero Manuel estuvo más asentado y dando siempre la cara. Recibió golpes que le espolearon y nunca se miró. El único pero de su actuación fue la excesiva duración de sus faenas. PALMAS tras trabarse con los aceros.
Duarte Silva enseñó en su primero algo que hace falta en los certámenes de novilleros y en el toreo en general, sentido de la medida. El luso, entregado con los palos, realizó una faena en la que quiso siempre dando el pecho y con gusto. No siempre hubo el acople debido pero esa idea y el sentido de medida fueron digna de elogio. SILENCIO tras una espada desacertada.
El quinto le exigió más y la labor tuvo mérito pero no la claridad de ideas que mostró en su primero. Se le vio con valor, firme pero sin esa idea tan bonita y pura que mostró en el anterior salvo en gotitas. Con la espada dejó media que no hizo daño y la bondad del presidente evitó los tres avisos. SILENCIO.
Sergio Sánchez demostró que en él hay personalidad, algo esencial. Practica el pacense un toreo vertical, de plantas quietas y muy personal. Arrancó su faena por estatuarios que fueron una buena credencial de su concepto. Corrió la mano en series de buen trazo y mando por ambas manos, mejor por el derecho, y cortó una merecida OREJA.
En el sexto tuvo una papeleta cómo lo fue la segunda parte del festejo. Aquí no pudo lucir el buen concepto de su primero pero logró imponerse a un novillo complicado que pedía más rodaje que el lógico de su edad. Tuvo ideas claras y firmeza con la capacidad de hilvanar una faena de mérito. Mató tras un pinchazo y se llevó DOS OREJAS.
SERGIO SÁNCHEZ DESTACA EN LA TERCERA SEMIFINAL DE LA DIPUTACIÓN DE BADAJOZ EN UNA TARDE EXCESIVA EN METRAJE. BUENA IMAGEN DE MANUEL RUEDA Y DIGNO CONCEPTO DE DUARTE SILVA.
Plaza de toros de Olivenza con un centenar de personas (las invitaciones repartidas) con novillos de Bernardino Piriz de buen juego con los tres finales más exigentes.
Manuel Rueda DOS OREJAS y SILENCIO
Duarte Silva SILENCIO EN AMBOS
Sergio Sánchez. OREJA Y DOS OREJAS
P.D. Los novilleros que actuaron eran conocidos por todos gracias a Tierra de Toros. Eso es apoyar a la fiesta.