Rafael González “Te ofrecen cosas que son indignas. No valoran lo que supone jugarse la vida”.
Rafael González recogió el testigo de Álvaro Lorenzo como esperanza de la provincia de Toledo junto a Alejandro Gardel. Un torero de primorosa zurda que ha tomado decisiones arriesgadas acudiendo a plazas de enorme importancia sobre la base de una gran seguridad en sí mismo.
Tus inicios se dan en la Escuela de Madrid pero te marchas a la de Toledo, ¿por qué?
Me cambié por circunstancias a la de Toledo. Fue una decisión personal al cambiar de residencia y nos pillaba mejor
¿Qué diferencias hay entre ambas escuelas?
En Madrid estuve poco tiempo pero en Toledo toreé mucho. Fueron años muy bonitos para mí.
La carrera de novillero sin caballos fue meteórica, ¿por qué tan poco tiempo?
Media temporada. Debuté en julio y la terminé en octubre antes de debutar al año siguiente con caballos. Me encontraba bien con el eral y se me veía con mucha facilidad ante ellos. La gente de mi alrededor me veía preparado y dimos el paso.
Debutas en Villaseca. ¿Te perjudicó el ser fuera de feria y en la despedida de Álvaro Lorenzo antes de la alternativa?
No, no me tapó, al revés. De aquello salieron cosas. Cada uno, Álvaro y Luis David y yo, fuimos a hacer nuestro toreo y lo hicimos. La gente nos pudo ver.
La presencia del novillo levantó quejas en comparación con el novillo de la feria en La Sagra, ¿te perjudicó?
No me afectó. Las novillada salió bien, triunfamos y la gente se fue contenta.
Tu meteórica carrera te lleva rápidamente a una feria de gran relevancia como Santander.
Tenía todo por ganar y había que jugársela. No hubo suerte en el lote pero busqué enseñar lo bueno del lote y mi toreo.
¿Es necesario correr tanto riesgo para poder torear?
Sí. antes los novilleros iban más rodados tras actuar en los pueblos pero ahora es al revés, necesitas golpes en plazas grande para que te pongan en los pueblos.
Actúas en Villaseca y llega la cogida.
No me paró mucho, reaparecí pronto. Solo perdí una novillada y un festival, no perdí mucho.
¿Cómo superar el no poder mostrarte en un gran escaparate como ése¿
Son cosas que pasan, los toros cogen, hay que mentalizarse de ello. Una vez al año sabes que vas a ir para dentro y pagar el peaje.
Coges aire en Algemesí
Antes, en Mora, corté cuatro orejas y fue todo rodado. Supuso una inyección de moral porque verte anunciado en esa feria de novilleros es un gusto.
Este año cambias de apoderados.
No nos entendíamos en cosas técnicas y otras y decidimos cortar la relación de apoderamiento aunque la amistad queda ahí.
¿Qué te está aportando Seseña como apoderado?
Muchas cosas. Es matador, te aporta técnicas y refuerzo psicológico para ir muy bien preparado.
En unos días Madrid, ¿todo pasa por esa tarde?
Sí, para que nos vamos a mentir. Si me dices hace dos semanas no, estaba en las novilladas pero Madrid es Madrid y hay que darlo todo.
Tu carrera se basa en una gran seguridad en tí mismo.
Si, las cosas hay que hacerlas al estar seguro de sí y lo estoy.
Por delante Villaseca.
Es un reencuentro con la afición de La Sagra. Estoy muy contento de volver allí en una feria de esa gran importancia.
Un hierro duro, Ibán.
Sí pero la novillada es bonita y seguro que embiste.
¿Te has encontrado ofertas inadecuadas y has tenido que decir que no?
Sí, hay cosas que te ofrecen a las que hay que negarse. Es una decepción total porque no dan importancia a nada. Nosotros nos jugamos la vida y desgraciadamente hace unos meses se ha muerto un compañero, Fandiño y Barrio. Esas proposiciones son indignas porque no valoran lo que supone jugarte la vida.