Pedro Haces “Don Bull”. “El toro chico ha alejado a mucha gente de las plazas”.
Hoy hablamos con Pedro Haces, más conocido como Don Bull. Senador, presidente del sindicato de trabajadores y empresario taurino nos ofrece su visión sobre el toro a pocos días de la puesta en marcha del ambicioso proyecto en Puebla y su Relicario. Con él repasamos la polémica del toreo en Las Vegas y mucho más…
Al mundo del toro me acerqué gracias a la afición de mis padre y mi abuelo. Mis orígenes son españoles ya que mi madre es de allí. Fíjate que mi acercamiento al mundo del toro también tuvo su intento en la Escuela Taurina de México que dirigió el maestro Pepe Alameda, el gran cronista. Mi amor por el toro es de toda la vida.
¿Qué faltó para no lograr el sueño de ser torero?
Me gustó más estudiar. Cuando tuve que elegir preferí estudiar, trabajar, y ver al toro desde una temática más de aficionado práctico, toreé más de 500 festivales. Ser torero es una cosa muy difícil y preferí ser Líder Nacional de los Trabajadores de México.
Hombre, no creo que cuando usted dejara de torear le ofrecieran ese cargo directamente.
No, claro, pero si no te cincelas no puedes nunca llegar a serlo. En la vida debes ir dando bien pensados y dirijo el sindicato de trabajadores ahora, una gran responsabilidad ya que, junto al empresariado, somos los encargados de sacar adelante al país.
¿En qué año llega al toro ya como empresario?
En 1989 monté mi primera empresa taurina en la ciudad de Manzanillo. He estado en otras plazas como la de Jalos y he dirigido plazas en el 80% del país.
Treinta años, ¿ha cambiado mucho el empresariado taurino en estos años?
Sí, antes el empresario tenía una baraja mayor de toreros para elegir. Estaban los Armillita, Arruza, Jorge, Eloy, Lomelín… Para hacer un cartel no había que batallar mucho porque existía una baraja muy amplia. Hoy hay menos toreros y hacer un cartel es más difícil porque también hay menos afición.
¿Cómo se puede luchar contra eso?
A través de la modernidad. Estamos trabajando en una dinámica basada en buscar a las juventudes para enseñarles la fiesta brava ya que no la conocen y no van. Tenemos que abrir un espacio para el toro en universidades y preparatorias.
Esa idea de modernidad es llevada al extremo en los espectáculos americanos, algo en lo que usted fue pionero al llevar el toreo allí. Hablemos de los toros y Las Vegas.
Es algo diferente. Quisieron satanizar todo aquello hablando de que si era un café descafeinado y gilipolleces similares. Es un espectáculo taurino, no una corrida de toros, y lo que debían hacer es darme las gracias porque hay toros en la capital mundial del espectáculo. La gente allí conoce la fiesta brava gracias a esto aunque no sea una corrida de toros porque no hay muerte. Insisto, eso se me debía agradecer.
En España quedó la idea de que usted quería imponer esas corridas sin muerte.
Soy el que más defiende la fiesta brava. Como legislador siempre he ido a favor del toreo. Decía su paisano más universal “los perros ladran…”. El llegar a la capital mundial del espectáculo es algo que algunos no digieren. Pugnaré siempre porque las corridas de toros sigan con sus tres tercios, que nadie se preocupe.
En 2009, le cito textualmente, “Don Bull considera que el futuro del toreo son las corridas sin muerte”.
En Estados Unidos, sí, en el resto del mundo, no. En USA es así porque no se pueden hacer de otra manera pero en el resto del mundo no es lo mismo.
Antes de que se levantara más polémica se anunciaron toreros de la talla de Ponce y Juli que luego no fueron. ¿Se sintió traicionado?
No, simplemente no llegamos a un acuerdo. Ambos son mis amigos, les respeto y sé que cuento con el suyo.
Por lo tanto, como usted me decía, le quisieron satanizar.
Creyeron que iba a hacer las corridas de toros en México como en USA y que eso llegaría a todo el mundo pero cada país, cada lugar, tiene sus usos y costumbres diferentes. En la capital mundial del espectáculo no puedes hacer nada con sangre. Logramos que allí toreasen Padilla, Conde, Barrera y muchos toreros mexicanos y portugueses. Vamos a seguir dando un festejo incruento cada mes. Eso sí, si pudiera hacer las corridas en Las Vegas de la misma forma que en México, lo haría.
Llegar allí no fue fácil.
Fue muy difícil. Estuve once años en ellos hasta que lo logré y así hice que el primer toro que saliera se llamase Conquistador. Logré algo que no se había hecho antes allí salvo en los 60 en algunos pueblos. El apodo de Don Bull me lo pone el mismo que le puso Don King al del boxeo, cuando llegué a Las Vegas. Lo de Don es algo similar a ser considerado un conde o un duque, algo que te da caché pero lo hago porque me gusta. Estoy contento con esto y lo hago por gusto, no por necesidad.
¿Le provocó enemigos esta revolución?
No, simplemente actores que pensamos diferente.
Estados Unidos es la tierra por antonomasia del espectáculo, ¿es posible llevar al toreo ese marketing y esa idea de show sin perder su esencia?
El toreo es un espectáculo público regido por una normativa. Buscamos que los reglamentos y los jueces sean puestos por los taurinos, por gente capacitada, gente que sepa y que no sean amigos y compadres de los políticos. Queremos modernizarnos pero no ser como Las Vegas.
¿Qué aportaría esta medida?, ¿no se llegaría a una fiesta controlada por toreros?
Mucho aportaría al estar en manos de gente que conozca esto. No se trata que controle nadie la fiesta porque las leyes deben respetarse y habría un inspector de autoridad elegido por el Gobierno que garantizaría ese respeto, solo sería que el juez que de las orejas fuera alguien con conocimientos. En las federaciones de fútbol es la federación quién elige a los árbitros, igual que en el béisbol, en el fútbol americano es la NFL quien elige a los árbitros. Debemos dar categoría al toreo con gente que sepa de que va el tema.
Entremos en su faceta política. Es usted senador por MORENA, un partido con componentes antitaurinos.
Cada senador es dueño de sus hechos en su vida. El toreo es algo al que debe ir quien le guste y al que no, no. Dentro de un partido, religión o casa cada uno piensa diferente. Tenemos independencia y autonomía, somos demócratas. Soy amigo del presidente, un demócrata que dará más democracia a México.
En España tenemos un partido marcadamente antitaurino como Podemos, sería raro que un senador se desmarcara.
En mi partido hay diputados que quieren la prohibición pero es algo que no debe prohibirse porque se trata de una cultura de muchos siglos, un arte que además devenga en muchas cuentas de empleo.
Nuevo presidente, de su partido, ¿afectará al toro?
Es respetuoso, es el presidente de un país. Lo que tiene que ver es como saca adelante al país tras el paso de unos anarquistas que lo dejaron en ruinas. Sé que será un gran presidente y sacará el país adelante. En México somos demócratas con un presidente que luchará por su país.
Siempre digo lo mismo a los legisladores, no se preocupe por los toros y sí por hacer leyes fuertes contra la inseguridad, a favor de los niños… No deben meterse con los toros. Sé que algunos sí se meten con los toros pero quiero dejar claro que en mi caso, como senador, la fiesta brava tiene un aliado permanente.
Además, es usted presidente de la Asociación Nacional de Tauromaquia Mexicana, ¿qué propuestas, además de la del juez, tiene por delante?
Tendré una reunión el lunes con los actores más representativos de la fiesta; empresarios, ganaderos, toreros, cuadrillas, guardas de las plazas, aficionados… y hablaremos de cómo vamos a adecuar las cosas para que esto viva muchos años.
¿Por qué México ha perdido ídolos taurinos?
Todo son ciclos y no ha habido la renovación necesaria de ídolos. Ahora los Adame van creciendo pero hay que impulsar a los jóvenes. Hay que atraer al espectador, fomentar las escuelas taurinas y dar más oportunidades a los toreros. Sin oportunidades, no se pueden sacar toreros.
Pero eso no siempre se compagina con ganar dinero.
Nos debemos apretar el cinturón. Se les pagará lo que metan. Ahora mismo no llenan ni las figuras españolas. Hay que buscar que ganen según la gente que metan, no puede ser que perdamos solo nosotros.
El último bloque de esta entrevista versará sobre Puebla pero, ¿ha podido llevar a cabo esta idea de cobrar según gente con ellos?
No, voy a sugerir que se haga pero en estos carteles no hemos empezado. En El Relicario haremos entre 18 y 20 festejos y la idea es que el que llene cobre más que el que no lo haga. También soy ganadero pero no se puede pagar a precio de oro, lo que quiero es que se acabe el toro chico con el billete grande. Hay que pensar en traer toros grandes, que los matadores que matan toros grandes en España lo hagan aquí también. El toro chico ha alejado a la gente pero estamos a tiempo de cambiarlo.
¿Cree que esa disminución del toro ha provocado que vaya menos gente a los toros?
Es uno de los motivos. Si tú ves el cartel se anuncia corridas de toros y nadie que va allí quiere ver novillos engordados. La afición quiere ver un buen torero con un toro de verdad. Los toreros de verdad deben matar toros de verdad y no novillos, así volverá más gente.
¿Han abusado los europeos?
Muchos años.
Su idea, me queda claro, es cambiar esto.
Esta es mi intención, sin ofender a nadie. Si tú eres una figura en el mundo y en tu país matas un toro grande, ¿por qué aquí no? No lo hacen porque quieren venir de día de campo. Eso ha quitado gente. Voy a promover que en el Reglamento se establezca un peso y trapío adecuado para la categoría de cada plaza.
Entremos, para acabar, en Puebla. Dos carteles muy originales y una temporada muy larga.
La idea es que haya meses con una corrida o dos pero daremos novilladas para impulsar nuevos valores. La idea es dar carteles muy diferentes dando paso a españoles y mexicanos que nunca torearon en plazas de primera como ésta.
En la segunda de ellas, por orden de sorpresa, una alternativa muy peculiar.
Sí, la de Curro Plaza, al que daremos la alternativa a los 70 años ya que nunca le dieron la oportunidad. Puede ser una gran tarde, como nunca hemos vivido, con El Dandy y Rafaelillo en la que brotarán los duendes.
Y el primero con Diego Ventura.
Sí pero con dos de los mejores toreros mexicanos a caballo que tenemos. Buscamos que haya competencia y que eso también se lleve hacia España. Que quede claro, vamos a innovar sin cambiar las tradiciones.
P.D. Gracias a Carlos Espinal por facilitarnos esta entrevista y por su pasión a la hora de defender y promover el toreo en su Puebla.