¿Qué pasó con Brandon Campos? Su dura historia.
Hoy traemos a Brandon Campos. El mexicano cogió nombre en nuestro país con triunfos en Sevilla y buen sabor de boca en Madrid. De repente, tras la alternativa, le hemos visto desaparecer. Él nos relata su dura situación y nos hace reflexionar.
Con once años fui a una fiesta y echaron una becerrita. Mi madre me preguntó que si era capaz de salirle y lo hice, sin dudar. No tenía nada de técnica pero el matador Óscar San Román me vio y me dijo que lo importante es que me había quedado quieto. Esa sensación de sentir una embestida y el sentimiento que tienes al pegar un derechazo o un natural hicieron que siguiera con el toreo que pasó de un juego a algo más serio.
La escuela de Querétaro te forma hasta el triunfo en un encuentro mundial de novilleros.
Sí, se hizo una escuela en Querétaro y tras el gusto de haber toreado la becerra me uní a la escuela aprendiendo la base de como torear, la técnica. Hubo un encuentro mundial de novilleros de escuela en Aguascalientes y compartí cartel con otros de Madrid, Nimes e incluso Roca Rey por Perú. Había muchísimas escuelas, entre ellas la de Juli.
Al torear mi novillo fui felicitado en el callejón recibiendo ofertas para ir a escuelas de Francia, Madrid y la de El Juli. Ésta última se adelantó y me decidí por ella. Cuando acabé mi secundaria me fui hacia España.
¿Te arrepientes de no haber elegido otra alternativa?
No, me sirvió muchísimo y me hizo estar en el ojo del huracán pues gracias a la escuela me pusieron sobre todo en Francia y fui haciendo más festejos. Quedé triunfador del sudoeste y en España como sin caballos corté dos orejas en Sevilla, fui finalista en Bayona pero no pude estar por cornada. Entre estas tardes actué en Zaragoza tres tardes. Me sirvió muchísimo.
¿Cómo fue el trato humano?
Ahí sí hubo un poco de discrepancia. Siento que el trato no fue el mejor porque hubo, digamos favoritismo, que yo lo que me gané fue a pulso y a veces ponían a otro novillero y me costaba el esfuerzo el que no me quitaran las empresas.
¿Qué pensabas cuando te quitaban?
Veía una injusticia y menos mal que el maestro Javier Vázquez me apoyó bastante. En Sevilla no era yo el que iba a ir pese a que mi nombre sonaba y había triunfado. El maestro reaccionó diciendo que o iba yo por habérmelo ganado o se quitaba de la escuela. Así logré ir.
¿Por qué no te fuiste de la escuela?
Tenía varios contratos por delante y me estaban dando novilladas, no pensaba en irme. Sabía que si me iba tenía que empezar de cero con la dificultad de estar solo en España, sin conocer a nadie. Mis padres no estaban y el tutor mío era un ex-maestro de la escuela, Paco Carmona, que ya no estaba.
¿Por qué ese trato favorable hacia otros?
Por apellidos. Tuve la suerte que Antonio Lomelín quería seguir la trayectoria de Diego Silveti y no torear sin caballos, pasar a con caballos directamente. Eso me salvó de que no me quitaran en muchos sitios.
En esa época de profesor estaba Gómez Escorial.
Fue un maestro que me apoyó ciertas veces pero con el que luego discutí al decirme que yo no me exigiera tanto, que iba bien. Yo sabía que cuando me resbalara me iban a quitar del sitio, por eso me presionaba tanto. A veces ese apoyo que yo sentía no era tal, él solo quería quedar bien con Don Julián (padre de Juli).
¿Veias a El Juli?
Lo vi dos tentaderos a los que pude ir con él, Garcigrande y otro. No pisaba la escuela salvo un tentadero público en el que participó Tendido Joven, con el maestro Talavante, Andrés Calamaro, e maestro Manzanares…
¿Y Julián padre?
Prácticamente lo vi en dos novilladas. Fue a una novillada en Sevilla y a otra en Sala de los Infantes.
Un tema realmente complicado es el del dinero. ¿Cómo sobrevivías en ese momento?
No vengo de una familia con dinero y me veía muy apretado económicamente porque todo lo que ganaba había que dárselo a la escuela. Veía muy duro el comer porque mis padres no me podían darme dinero. Lo que hacía era llevar todos los tickets de comida y de gasoil.
Yo era el encargado de recibir el dinero de la novillada y pagar los gastos. Lo que sobraba había que dárselo a la escuela pero como no tenía dinero para pagar el alquiler de Don Julián inflaba los gastos del festejo para que me pudiera quedar algo de dinero y pagar. Incluso me metía en la basura para buscar esos tickets de más..
¿Qué te aportaba la escuela?
Nada más, los entrenamientos. El dinero de las novilladas era para pagar el dinero de los tentaderos y todos preguntÁbamos donde iba el dinero que el maestro Juli daba a la Fundación.
¿No te dieron nada?
Un capote y una muleta justo antes de irme, igual que un traje que tuve que devolver.
¿Por?
Estaba arreglado el salirme de allí porque no aguantaba más. Se acercaba mi debut con caballos y había arreglado con Tauromagia, decidí salirme antes de un festival en Chinchón. Me llamaron Don Julián, Ignacio y el maestro Escorial diciéndome que me iban a apoyar pero al no aceptar empezaron a echarme cosas en cara. No me quedé callado y en Sala de los Infantes le brindé un novillo diciendo lo mucho que me parecía mal y que me iba.
Tras esto me citaron en una oficina diciéndome que firmara un contrato con ellos por dos años como habían hecho con Fernando Adrián pero no aguantaba más ese trato y no acepté. Ignacio me llamó después para que devolviera el capote, la muleta y el traje. Tuve que ir a devolverlo.
¿Cómo te repones de este trato?
Siento que me afectó y estaba empezando. Me afectó porque ellos tienen más fuerza y mis novilladas fueron en Madrid porque allí juegas con la verdad. No van a favor del pobrecito y vas a jugártela y lo que ven es lo que haces. Madrid me ayudó y fue mi segunda novillada. El certamen de canal plus me ayudó a torear el siguiente año. Luego tuve que volver en la Feria de otoño y volví a torear en Madrid. Estuve cuatro tardes antes de la alternativa en Las Ventas.
¿Crees que fueron a por ti?
Sentí que sí. Llamaba mucho mi apoderado y le decían, a Antonio Pedrosa, que estábamos colocados pero a última hora nos quitaban con buenas palabras. Eran decisiones muy repentinas hasta que llegó Madrid y todo cambió.
Tras esto Tauromagia, ¿qué tal allí?
Bien y mal. Bien en la parte de los gastos porque siempre me los pagaban. No me costó ni un duro nada porque en todo me ayudaban pero tampoco no confiaban mucho en mí. El estar en España fue muy duro porque no tenía en quién confiar. A la cuadrilla y el apoderado les escuchaba decir que iba a ir bien pero luego en México les oía decir lo contrario sobre mí. Me decían aquí que no regresara que no tenía nada que hacer en España.
¿Faltó un trato más humano al llevar la empresa a tantos toreros?
En parte sí. Aprovechaban todo de nosotros pero cuando iba mal.. Nosotros llevábamos a las cuadrillas, cubríamos los gastos y al dejar de torear se enfadaban porque no tenían ingresos.
En sus manos Flores, Saldívar y tú, ¿os exprimieron?
Se podría decir que sí.
En Villaseca pudimos vivir un episodio dantesco con tu baja en pleno patio de cuadrillas, ¿qué pasó?
Fue una cosa que me hizo darme cuenta de la gente que nos rodeaba y que tenía en la cuadrilla. Los banderilleros me decían que podía torear pese a tener luxado el codo. Como un incrédulo fui con mi afición y quería torear pero me dijeron que yendo al fisio por la mañana y antes de torear podía. No avisamos a los organizadores por eso y ese día me hicieron el tratamiento, me sentía mejor pero el codo lo tenía muy hinchado, como mi rodilla. Me entraba mal la chaquetilla.
Seguíamos para adelante hasta que se me ocurrió decir que iba a coger los trastos, no querían que los cogiera porque sabían que no iba a poder. Se me ocurrió y no aguantaba el capote por el izquierdo. La muleta pesaba menos pero el capote iba a ser un problema. Me cambié, me fui a la plaza porque quería que me infiltraran pero no podía. El doctor Capilla me dijo que imposible, que él ponía parte medico y que necesitaba reposo y fisio.
¿Los banderilleros lograron su objetivo de torear?
Sí, se salieron con la suya porque no pude torear pero ellos sí al quedar en mano a mano.
Te reitero la pregunta, ¿por qué no te vas?
Me lo plantee pero pasaba lo mismo, no tenía donde ir ni a donde acudir. No sabía qué hacer y solo contaba con el apoyo de mi madre y su contacto. Sabía que si me iba no sabía a donde ir y donde llegar.
Tomas la alternativa en Francia.
La única persona que confió en mi fue el dueño de Tauromagia, Julio Esponda que se dedicaba a su negocio de juzgados pero no tenía ni idea de lo que pasaba en Tauromagia. Pidió a Pedrosa que me arreglara la alternativa. Se me plantearon cosas diferentes a la realidad. Me dijeron que la tomaría, que iría a México y me rodaría como matador en pueblos para llegar a confirmar con fuerza. Resultó que tomé la alternativa y vine quedándome parado sin un tentadero sin torear una sola corrida ni nada. Después de esos 7 meses hablé con Esponda y le conté todo. Tuvimos una discusión y me dijo que hiciera lo que quisiera. Siendo ya cuatro en el grupo, con la vuelta de Mario Aguilar, era todo más complicado. Recibía lo sobrante de Saldivar Flores y lo que quedaba era para Mario. Ya no me quedaba nada y me fui.
¿Sabías que eso te complicaba?
Sí, Tauromagia tenía fuerza porque Saldívar había toreado con el maestro José Tomás en España y a Sergio le había ido bien con la alternativa en Bayona y había estado bien en Madrid. A mí me afectó porque cuando salí Mario Zulayka, su representante, empezó a querer quitarme como la Fundación y me encontré en la misma situación pero más difícil, ya como matador. Aquí hay muchos toreros y me encontré entre la espada y la pared. Sigo buscando apoderados y gente que me apoye pero está todo cerrado, contratan menos salvo a los de empresas grandes.
¿Crees que hay un grupo que controla todo?
Sí, creo que es complicado entrar en esas plazas porque hay cuatro empresarios que hacen esos intercambios y es imposible entrar porque las que sobran son de empresarios de procedencia incierta o son toreros que van poniendo dinero. Como nunca me ha costado un peso o un euro torear nunca lo voy a hacer porque me parece muy malo.
¿Se enriquecen a vuestra costa?
Sí, creo que sí. Salvo a las figuras los prueban en sus plazas y si no funcionan, puerta. Es una manera de explotarlos, si no funcionas fuera, otro nuevo. Es la cosa que nos afecta porque a los que nos quedamos fuera de ese circulo no podemos entrar y es muy difícil.
Brandon, todo esto con 24 años.
El 4 de marzo los cumplo.
Y todo esto a cuestas
Sí
¿No te dan ganas de quitarte?
Sí, muchas veces. Las ganas que tengo de torear, todos los días me levanto a entrenar hace evitar el que tome esa decisión.
¿Crees que es posible volver con todo esto en contra?
Creo que con alguien que me apoye y me deje sacar la cabeza sí. Soy consciente que La México no puedo porque Tauromagia decide, no podía confirmar hasta que venza el contrato de Mario Zulayka. Lo veo muy complicado.
Lo que estás diciendo es duro
Sí
¿Qué pierdes al decir esto?
No pierdo nada. No tengo nada que perder ni ganar lo único que quiero es que algún empresario me apoye que aquí hay un torero que ha intentado salir del hoyo pero por unas cosas o por otras no puede.
¿Has pensado en tragar para volver con ellos?
Sí lo he pensado pero no creo que pudiera porque una vez que uno sale y tiene las cosas ya eres una piedra en el zapato es más complicado entrar porque incomodas a la gente.
Tu madre, ¿qué supone para ti?
El apoyo que siempre tuve siempre fue de ella. Doy gracias a ella que me dio esta afición y gracias a ella también pude salir en muchas cosas que se me hubieran complicado y llegar a matador. Como torero mexicano es difícil decir que pudiste tomar la alternativa en Francia que fue el caso mío. Una alternativa que me dio el matador Adame y un mexicano dando la alternativa a otro en Francia es especial.
¿En quién te apoyas al margen de tu madre?
Siento que habrá empresarios de verdad que valoren las cosas que uno hace pisando donde otros que torean no se ponen. Es complicado estar parado pero ganaderos de San Luis me ayudan dándome tentaderos y novillos a luchar contra la mafia que cataloga a un torero hablando mal de él haciéndolo quedar en el olvido. Siento que con corridas que pueda sacar la cabeza podré salir del hoyo. Poder confirmar La México y Madrid haría que callásemos bocas pero no queda otra que entrenar.
¿Qué relación tienes con tus compañeros de Tauromagia y tus cuadrillas de antes?
Sergio me escribió tras cortar dos orejas ayer, le he pedido ayuda pero sé que está atado. Las cosas las hace el apoderado y donde pueda ponerme la cosa es que se acuerden y me pongan. Él intenta ponerme y alguien llama y me quita. Es la cuestión que siempre tengo.
Mucha suerte torero.
Que dura la historia de Brandon, espero que tenga suerte y consiga oportunidades.
Como siempre, otra vez Juli haciendo daño a la tauromaquia, hasta con su escuela.
Un saludo
¡¡Qué pena y qué engaño el espectáculo taurino!! Yo pensaba que con las escuelas taurinas todo se normalizarse, el que vale, vale y el que no…., pa ”Agroman” que se decía en los 70, década en la que yo lo intenté pero por ésta época, los hispanoamericanos implantaron la moda de pagarse los gastos y así seguimos……