Los novilleros se merecen el cielo (Ledesma 4 Marzo)
Los novilleros se merecen el cielo. A estas hora miles de kilómetros bajo la lluvia y la noche para poder soñar con cumplir un sueño.
La Rosquilla de Oro de Ledesma ha arrancado tras una semana de lluvia incesante a la que solo el buen trabajo de José Ignacio Cascón y los operarios han permitido que se celebrara. A las 5 de la tarde el ruedo lucia perfecto.
Se han toreado 6 vacas de Antonio Palla, mansas, descastadas y feas que solo han servido para hacer el reto de los chavales más grande. El camino es duro y la lucha debe seguir.
Manuel Martín abrió la tarde con una vaca zancuda que a la postre fue la menos mala del encierro. El salmantino está rodado y eso le ha permitido hilvanar pases a los que les faltó algo más que el oficio. Con inteligencia, visto el resultado, optó por los circulares invertidos que gustaron a la parroquia de Ledesma.
Borja Collado tuvo mala suerte con una vaca que pareció dañarse el cuello cuando Jesús Cuesta la estaba cerrando. El de Valencia puso voluntad y se le adivina un valor que habrá que ver en otro día diferente.
Jesús Cuesta sorteó una desesperante vaca por mansa con la que no le pudimos ver. Se vio un novillero derrotado ante la falta de opciones que poca oposición puso a la mansedumbre del animal
Aarón puso a la plaza caliente con la lidia a la dura vaca que la supo en suerte. Se dobló castigando con el capote lidiando con soltura con la única rémora de faltar un remate elegante. En la muleta suplió con temple las carencias de una vaca que se metía y salía desentendida hasta ligar muletazos de enjundia sobre todo por la mano derecha debido a lo poco que tenía por el izquierdo. Se le vio seguro y con gusto pese al enemigo.
Jorge Rivera pasó por el coso con poco acierto ante una vaca mansa nada imposible. Se le vio con pocas facultades en un trasteo que poco dejó.
Cerró el torero de Ronda Cayetano López que se fue sumiendo en la caída de la tarde sin enseñar nada.
MUY MAL ENCIERRO DE ANTONIO PALLA EN EL QUE DESTACA EL OFICIO DE MANUEL MARTÍN SIN ALMA Y EL OFICIO CON BÚSQUEDA DE PELLIZCO DE AARÓN. LA VUELTA A CASA, ENTRE BALSAS DE AGUA, TRUENOS Y DECEPCIONES HACE QUE ESTOS CHAVALES SE MEREZCAN EL CIELO.