Lección de cuatro TOREROS que ahora visten de plata (Crónica Illescas 22 Diciembre)
Cuando algún mocoso, ajeno a la hoja de afeitar todavía, se atreve a menospreciar a una cuadrilla debe ponerse el vídeo del festival taurino celebrado hoy en Illescas. La actuación de los cuatro matadores de toros que ahora lucen como banderilleros demuestra que el toreo da muchas vueltas y que todos merecen un respeto que no siempre reciben. Este gremio encierra carreras que son, en muchísimas veces, más dignas que otros que se encierran en un oro de nulo brillo…
Illescas ha acogido el Festival de la Lotería en beneficio de los afectados por las riadas de Cebolla. Gran ambiente (sobre media plaza) pese al frío y la competencia con el fútbol (jugaban los tres grandes). Una muestra más de cómo la gente acude a festejos con alicientes.
Abrió la tarde Borja Baena ante un novillo de Serrano manso. El rejoneador toledano demostró que está en el retiro con una labor bastante mejorable. Abusó de los auxiliadores para colocar al animal y recibió un feísimo tropezón que hizo que su montura se fuera cojeando. Los apuntes de Sergio Galán con la capa fueron lo más interesante de una labor que pegó muy poco con el festival.
José Antonio Carretero lanceó con mucha suavidad a su utrero de Daniel Ruiz. La plaza crujió con sus verónicas y con una forma tan templada de mecer el capote. Tras la actuación de Morante a caballo haciendo su función de enganchar a la gente, llegó una faena corta con el novillo a menos. Algún muletazo tuvo buena nota por el pitón derecho. Con la espada acertó llevándose DOS OREJAS.
La plaza había disfrutado con el primero a pie y Miguel Martín salió a darlo todo. Illescas rugió con sus largas de rodilla y con su toreo más templado. El toledano reverdeció viejos laureles haciendo de todo al gran novillo de Domingo Hernández en una faena en la que hubo toreo más festivo (cambiados e inicio en tablas) y toreo muy profundo al natural. El final de faena fue bellísimo y ayudó a levantar un indulto que al torero no estorbó. DOS OREJAS Y RABO SIMBÓLICOS.
Tras el indulto la plaza se quedó muy fría. Se echó de menos la calefacción a medida que caía la noche. Rafael González, muy profesional, estuvo dispuesto y entregado con un novillo muy soso de Fernando Peña. El torero no cejó nunca en su empeño de ligar faena y logró sus mejores muletazos en cercanías. Su entrega fue premiada, pese al bajonazo, con DOS OREJAS.
Muy esperado era Sergio Aguilar pero poco duró. La nula presencia de un novillo (parecía un eral) de Garcigrande enfrió aún más a la gente. El madrileño estuvo elegante, firme y sin bajarse nunca de esa idea tan bonita del toreo. La falta de enemigo deslució todo pero su sello sigue vigente. Hubo algún muletazo suelto de buen recuerdo y un final de faena muy templado que le valieron DOS OREJAS.
Al acabar el madrileño los tendidos se vaciaron tras acabar con las existencias del puesto de chocolate caliente. El novillero Raúl Puebla no ayudó a retener a la gente. Tras devolverse el novillo titular de Ramón Carreño saltó un feo ejemplar de La Olivilla. El novillero no estuvo a la altura de la disposición de sus compañeros de cartel y solo la bondad del evento evitó que le echaran el novillo al corral. Debe reflexionar. PALMAS DE DESPEDIDA A PLAZA CASI VACÍA.
EMOTIVO FESTIVAL EN ILLESCAS CON MOMENTOS DE MUCHA CATEGORÍA Y UN GRAN AMBIENTE. LOS TOREROS DE PLATA SE REIVINDICAN EN UN FESTEJO PARA EL RECUERDO. EL PRÓLOGO Y EL EPÍLOGO, MUY PRESCINDIBLES.