La profesionalidad de Curro de la Casa y la quietud personal de José Rojo brillan en Carabaña (Carabaña 15 Diciembre)
En estos días cercanos a la Navidad hay pueblos que apuestan por el toro como protagonista para sus actos benéficos. Uno de estas localidades es la madrileña Carabaña, situada en las cercanías de la taurinísima Ribera del Tajuña. Un tentadero benéfico ha sido el festejo celebrado hoy con un precioso ambiente en su especial coso taurino.
Las vacas de José M. López, adecuadas de presencia, pero no precisamente bonitas, han deslucido una mañana en la que la ilusión de la Asociación Taurina de Carabaña y la implicación del pueblo dejaron un gran ambiente.
Abrió la mañana Curro de la Casa ante una vaca que acusó el exceso de arena del coso y su falta de fuerzas. El alcarreño, muy profesional toda la mañana, supo dar distancia y temple al animal para ligar unas tandas muy estimables. Como debe ser, cedió pronto el testigo al tapia. Francisco Benito intentó llevar el temple del matador pero su labor no terminó de coger vuelo al enseñar, con lógica, las carencias de su falta de rodaje.
La segunda vaca, de cornamenta más que fea, salió con las mismas cualidades que la primera pero rompió en buena por el pitón izquierdo. Ante ella Jesús Ángel Olivas realizó una labor afanosa en la que no terminó de coger el aire a la exquisita embestida del animal. Sí hubo momentos de temple pero sin redondear como se podía haber hecho. Exprimió demasiado a la vaca dejando con pocas opciones a Álvaro de Faranda, un novillero que estuvo bien mostrando sus ganas tragando con responsabilidad.
Cerró la mañana José Rojo ante una vaca de muy poca clase. El de Trujillo dejó su sello de torero serio y de plantas quietas desde el capote. Fue imposible realizar un toreo de calidad pero sí hubo exposición hasta ligar tandas en las que, al tercer muletazo, tenía que tragar o aguantar un inevitable atropello. No se movió Rojo en toda la faena acabando con unas manoletinas de buen corte que le hicieron ser despedido con aplausos. Un torero diferente. Tras él se vieron las carencias del animal en un bisoño y animoso tapia, Samuel Fernández.
PRECIOSA LA PLAZA DE CARABAÑA CON MUCHO CARIÑO EN UN TENTADERO CON LÓGICA Y GRAN FIESTA PRENAVIDEÑA. BRILLA UN PROFESIONAL CURRO DE LA CASA Y LA PERSONALIDAD TAN ESPECIAL Y VALIENTE DE JOSÉ ROJO. Picó, con mucha facilidad, Israel de Pedro.
Esta foto es una clara muestra del sabor del coso y de la implicación de Curro de la Casa.