José Rojo, sangre torera ante una INJUSTICIA (Crónica Torres de la Alameda 8 Octubre)
El novillero cacereño José Rojo ha vuelto a derramar su sangre en su conmovedora lucha por ser torero. El de Trujillo, al que el destino y el toro le ponen todo complicado, ha derrochado entrega ante un encierro muy serio de José María López en Torres de la Alameda. Alejandro Rodríguez solventó una durísima papeleta.
Foto: Ayuntamiento Torres de la Alameda.
La localidad madrileña de Torres de la Alameda ha celebrado su novillada de feria con una muy buena entrada en sus tendidos. Se han lidiado cuatro novillos de José María López, imponentes 1, 4 y 5. En tercer lugar se lidió un eral inválido. En cuanto al juego el primero no tuvo un pase, el segundo se dejó con buen son, cuarto muy malo y quinto complicado. Demasiado para dos chavales tan poco rodados.
Abrió la tarde José Rojo con un serio jabonero que, como todos, acusó el encierro. El de Trujillo vio pronto que el novillo no tenía un pase pues se quedaba parado sin humillar. Aún así puso ganas en banderillas no con el acierto siempre deseado. En la muleta se la jugó sin cuentos, arrastrando sus cojones, tragando miradas y parones de un animal complicado de verdad. Logró una meritoria tanda ligada que fue la única con respuesta en unos tendidos muy fríos. A la segunda acabó con el animal cortando UNA OREJA.
El segundo tuvo una presencia más lógica y buenas ideas. Alejandro Rodríguez se mostró como buen banderillero en un gran segundo tercio. En la muleta estuvo templado con buen concepto aprovechando las buenas embestidas del colaborador animal. DOS OREJAS.
En tercer lugar saltó un eral muy escaso de presencia con el que el sin caballos Fernando González realizó una faena larguísima de poco contenido ante un novillo tan dañado. OREJA
El cuarto fue un galán que saltó como el primero, parado y midiendo. José volvió a echar la moneda de su futuro al aire con la verdad con la que hace todo. En la plaza se veía la cogida pero él no dudó, se echó a dar una larga cambiada. El de José María se paró y le arrolló con violencia viviéndose momentos de pánico cuando el novillo volvió a arrollarlo cuando le llevaban a la enfermería. El golpe contra los burladeros, no tiene callejón, fue brutal helando los tendidos. Herido se marchó del ruedo volviendo a dejar claro que quiere ser torero. Solo un entramado inútil y ciego tiene parado a un novillero de tantas condiciones y tan diferente a los demás. Sin duda, llegará muy alto.
Alejandro Rodríguez mató al marrajo que hirió a Rojo y puso ganas ante el último. Su entrega le valió el doble trofeo destacando los doblones por abajo. SILENCIO Y DOS OREJAS.
En el lío de la cogida a Rojo, con el toro apretando contra los burladeros, puso orden Marcos Prieto, peón destacado de la tarde. Julio Campano se mostró muy solvente apoyando a Rodríguez.
JOSÉ ROJO VUELVE A DERRAMAR SU SANGRE, INDUDABLEMENTE TORERA, EN EL ENÉSIMO PEAJE DE SU HAMBRE. LO TRISTE ES LA DUREZA PARA UN CHAVAL DE TANTAS CONDICIONES QUE VOLVIÓ A ESTAR ARROPADO POR SU LEGIÓN.