José Rojo “El toreo es arriesgar. Si te equivocas todos sabemos lo que hay”.
En Trujillo, a fuego lento, se está forjando un torero. Un impacto para todo aquel que lo ve por su arrojo desmesurado, casi de otra época, que se hace hueco con convicciones claras en el duro mundo del toro. José Rojo avanza moldeando en toreo su valor arrollador acompañado de su legión de partidarios que ya han visto lo que otros están tardando en ver. José quiere ser torero y lo será. Hablamos con él tras el duro percance de Torres de la Alameda.
Foto: ABC
José, buenas tardes, ¿cómo estás?
Muy bien, muy bien de verdad. Ya recuperado.
¿Tan pronto?
Puedo moverme (risas).
¿Ya estás para torear?
Cuando yo me vea (risas).
El buen humor no le abandona y ve el percance como pasado, un peaje dispuesto a pagar pero por el que no piensa sacar rédito alguno ni dar lástima. Es torero.
Presenciando y escuchando el durísimo golpe, me queda claro que eres de hierro.
He visto el vídeo en Canal Extremadura y sí, fue aparatoso. A mí no me gusta dar pena, yo estoy bien.
Torres de la Alameda, un pueblo muy taurino, sobre todo del toro en la calle.
Lo importante Jaime es que sean taurinos, da igual que sean de la calle que de la plaza.
Te encuentras una corrida de toros de José María López.
Lo que pienso cuando me dicen que la novillada es fuerte es que es eso para lo que nos preparamos. Si nos la echan fuerte es para lo que estás preparado. No puedes ir a la plaza pensando que te la van a echar chica y luego venirte abajo cuando no es así. A mí siempre me han enseñado que debo ponerme en lo peor para luego disfrutar de lo que venga que será mejor.
Uno siempre piensa en el triunfo, en ser el mejor, en ser el favorito de la tarde pero con humildad. Si tú no piensas que eres el mejor, ¿quién lo va a pensar? Ese pensamiento no quiere decir que uno no sea humilde ni falte el respeto a sus compañeros, que conste. El toreo no es un camino de rosas.
Sale el precioso jabonero, un tío, infumable. ¿Cómo lo afrontas?
Más que infumable diría “paradete” porque no quería repetir. Aún así, no tenía maldad y me dejaba colocarme, cruzarme, acercarme a él. Todo eso son cualidades de la nobleza, no fue un toro desagradable pero tampoco para triunfar. No busco en mi toreo estar cómodo, éste me dejó, busco triunfar. Le pude pegar una tanda buena, repitiendo el novillo, pero echó el freno de mano y se agarró al piso.
Eres muy benévolo con el toro
En esto no estamos para poner excusas. Siempre me gusta ver el lado positivo a cada animal.
Cortas una oreja. Tras Alejandro Rodríguez llega el episodio del novillero sin caballos (casi media hora) y llega un tremendo frío y la noche, ¿lo notaste cuando saliste a por tu segundo?
El frío estaba, desde luego, pero yo estaba concentrado en lo mío. A mí me han enseñado Jaime a mirar hacia adelante, no a los lados. Delante está el toro y a mí no me sirve cabrearme porque yo tengo que pensar en lo mío. A mí me han enseñado el toreo con tandas cortas e intensas, cada uno torea como quiere.
Sale el segundo, un tío, y vemos como se queda parado mirándote mientras tú estás de rodillas para la larga. ¿Pensaste en desistir?
Por los síntomas que había dado de salida sabía que había riesgo y peligro. Aún así pensé que iba a tomar el capote, muy justo, pero que lo tomaba. Le di su distancia y pensé que lo tomaría, si no lo pienso, no lo hago. Me equivoqué pero si te pones a pensar en que te va a pillar al final no haces nada y menos aún, te quedas quieto. El toreo es arriesgar y si te equivocas sabemos lo que hay. Yo quise hacerlo y la culpa del percance es mía.
Salir a morder es tu seña de identidad.
Sí, si no lo hago no sería yo. Me tocó la cogida porque estos son toros y sabemos lo que hay. Todos sabemos qué pasa si te equivocas. Puede pasar esto (cogida), nada o cosas peores.
Lo tienes asumido.
Sí.
Llevas muy pocas (5-6), ¿te presionó?
El primer año de sin caballos toreé casi 20 y salía igual, a por todas. Salgo cada tarde con la mentalidad de ganarme las cosas día a día y ahora lo hago más pero sin presión alguna. Lo que me preocupa es no defraudar a la gente que va a verme y busco que se vaya de la plaza habiéndose divertido.
Eres un novillero, me atrevo a decir que casi de los muy pocos que quedan, que todavía sale a dejarse el alma. Ese hambre desmedida que te caracteriza y que todos añoramos no se está premiando.
A mí me han enseñado a que debo superarme cada tarde y que cuando hablen lo hagan de mí para bien y no voy a dejar de hacerlo. Me gusta salir así a la plaza porque no quiero ser uno más que se quede en el olvido, quiero que recuerden mi nombre. Quiero seguir saliendo de la misma forma cada tarde, dando todo, y aún más.
¿De dónde te nace ese hambre desmedida?
Nunca me había hecho esa pregunta, vas a pillar y me gusta. Soy así, soy una persona muy competitiva, busco ser el mejor. Quiero ser alguien en esto. He tenido la suerte de rodearme de gente con hambre que cómo para que no se pegara esas ganas de ellos. Aún así, si no lo llevas dentro no te sale. A mí el hambre me sale, no me cuesta pegar una larga, poner banderillas…
A veces me dicen que tal o cual toro no era para banderillas pero a mí me sale y lo hago, ya está. Volvemos a lo mismo Jaime, si te pones siempre a buscar excusas no haces nada y a mí me gusta superarme cada día.
Hemos hablado de una de las cualidades que más te caracterizan, el hambre. Otro punto fuertes es esa “legión” de partidarios que te has ganado.
Recuerdo que a mi primera becerrada solo vinieron mis tíos, mis padres estaban lejos y no pudieron venir. Poco a poco se ha ido uniendo gente hasta que todo explotó en Plasencia 2016. Allí fue el boom, la gente empezó a seguirme de una manera bestial. Han venido a plazas de muy lejos a apoyarme. Siempre he dicho que soy un privilegiado, ya les gustaría a algunos matadores tener la gente que yo tengo detrás. Sé que cambian horarios de trabajo, vacaciones por venir a verme y eso es una pasada. Les estaré siempre agradecido.
Uno siempre se pregunta cómo con ese valor y esa legión José torea tan poco pero él mira hacia adelante, nosotros también.
Eres un torero al que no veo precisamente de escuelas.
Siempre he sido diferente y no, no soy un torero de escuelas. Ahora mismo no sabría decirte el motivo pero mis experiencias en las escuelas no han sido buenas.
Yo soy muy contrario a las escuelas precisamente por eso, no cabéis los que os salís de la norma pero eso se paga.
Sí, pero al final tiene su recompensa y su lado bueno. El ser diferente tiene su parte mala pero si tienes cabeza y cojones tiene su recompensa. No es lo mismo ser un desahogado por la calle y luego no cumplir en la plaza. Hay que hablar en la plaza. A un maestro no le sienta bien que no hagas lo que te manda pero si hablas en la plaza luego te recompensa. A la gente le gusta lo diferente y uno de mis rasgos es la personalidad.
De eso te iba a hablar ahora. La primera vez que te vi fue en Plasencia donde asombró tu valor, la segunda fue en Malpartida. Allí, fuera de la plaza, me llamó mucho la atención el verte completamente aislado tras torear frente al compadreo y fiesta de tus compañeros de cartel.
Me gusta estar solo, concentrarme, pensar, estar concentrado. Lo que me han inculcado no es el cachondeo. Sé lo que cuesta torear una novillada, me lo he ganado, sé lo que conlleva y sé lo que me juego. Pienso en mí y en quién no quiero defraudar. No es una presión, es una motivación. Me gusta estar solo y así seguiré. No me gusta el compadreo, si hay que atender a una persona se la atiende, eso sí. Estoy en contra de los bichos raros, no negaré un saludo a nadie. Si no salen las cosas ni te imaginas cómo acabo.
Eres transparente.
Se me nota cuando estoy bien y cuando estoy mal. Por eso gusto, hago todo con sinceridad.
En mayo te quedaste con las ganas en Trujillo y esa suspensión…
Me jodió mucho. Era un cartel muy bonito, las cosas vinieron así y a tirar hacia adelante. No tengo tiempo para venirme abajo.
La ambición te sale otra vez José.
Jaime, te pongo un ejemplo. El otro día me dijeron que se había quitado una figura como Talavante y me dijeron que me vendría bien en el sentido de mejorar las opciones de poder torear al abrirse huecos. Si sigo en esto es porque me veo toreando con esta gente y compitiendo. Me veo capacitado, quiero torear con esta gente porque sé que les puedo ganar y me jode que se vayan. Quiero ganar a los mejores y demostrar que soy el mejor. Los que se tienen que ir son los que joden esto, no Talavante. Me hacía ilusión decir que he podido con él, con el mejor, y me jode que se vaya. Saldrán mejores o no pero ahora el mejor es Talavante. Insisto, mejor que se fueran los que están jodiendo esto.
Para el año que viene…
No lo sé. Ser el mejor, arrasar y ser el número uno. Busco que hablen de mí y de mi toreo.
No es fácil yendo por derecho con otros prostituyendo el traje de luces y tirando de dinero.
Todo llega, el toro pone a cada uno en su sitio. Esto es paciencia, no es una carrera al sprint. No es lo que hacen algunos en base a su dinero. El torero se forja a fuego lento y lo artificial al final se cae. Lo que va a fuego lento es lo que perdura.
Las ganas no te las han quitado por lo que veo.
Al contrario, cada vez tengo más.