Héctor Gutiérrez “Villaseca es una feria que te puede lanzar”.
Seguimos hablando con los mejores novilleros del escalafón que harán el paseíllo en La Sagra dentro de su XX Alfarero de Oro. Hoy hablamos con un mexicano de grandes maneras que ya ha sumado triunfos de importancia en todo el mundo. Con Héctor Gutiérrez charlamos con una promesa firme que dará mucho que hablar sobre la base de su toreo.
Vuelves a Villaseca dos años después de tu presencia en la final del Alfarero de Plata, ¿qué vamos a ver diferente en tu toreo?
Mucho. Ahora tengo veinte años y en estas dos temporadas he pasado de ser un niño a un hombre. He toreado bastante y he crecido evolucionando sobre los fallos que tenía sabiendo que todavía tengo mucho que corregir.
Tu primer año con caballos se desarrolló en México y recuerdo que no era tu idea cuando hablamos antes de la final del Alfarero de Plata.
Me obligaron las circunstancias. No tenía novilladas aquí y me fui para hacerme y coger ambiente. Fue un año positivo.
Y tanto, en tu palmarés ya nadie te quitará indultar en el DF.
Es mi triunfo más importante. Pude expresarme, sacar cosas de lo que busco toreando, tuve muchos errores que son normales. Gracias a ese indulto se me han abierto puertas en España.
Claro, pero queda el eterno dilema. Indultar o buscar el rabo.
Nunca he sido seguro con la espada y opté por la vía fácil, no voy a mentir. Si lo pincho se queda en nada pero no lo pensé, no era regular con la espada. Ahora le hubiera metido la espada.
El indulto es un premio compartido, el rabo te lanza a ti.
Sí, si le llego a meter la espada el triunfo es solo mío pero si hubiera pinchado no hubiera sido para ninguno.
Y vuelves a España de la mano de Alberto Elvira.
Sí, con una de Adolfo Martín en Calasparra. Fue una oportunidad de oro pero la espada no viajó bien, me llevé titulares y me salió Guadarrama, corté con dos orejas. Era casi octubre y ya de cara a este año pude ir a Las Matas, Madrid, Istres y este año tengo unos doce contratos por delante.
¿Cómo es Alberto Elvira?
Es un maestro duro, carácter serio, nos implica un concepto entregado del toreo. Nos debemos dejar matar a base de valor y luego torear. Debemos llegar por la vía del valor y luego torear mejor. No es fácil, hay que demostrar las ganas cada día. Es un maestro duro pero sabe mucho de toros y te lo inculca.
¿Sigues en contacto con el CITAR?
Me ayudó en mi formación y sigo vinculado. Me llevo muy bien con el director, Pedro Alonso, y me escribo con el maestro Encabo.
¿No echas de menos tu país?
Son cinco años ya viviendo en España y acabas acostumbrándote. Echas de menos a tu familia, a tus amigos y a tus raíces pero aquí no estoy mal. Tengo buenos amigos, grandes personas. Estar aquí me ayuda a forjarme como torero y como hombre.
¿Con quién vives aquí?
Con Hermosillo y San Román, en Cercedilla. A los tres nos lleva el maestro Elvira y ETMSA.
Este año te vi muy maduro en Las Matas.
Fue una novillada muy bonita de Cuvillo, torear eso era un premio increíble. Pude demostrar que tengo nivel para estar aquí. Intento torear bien, poner el cuerpo, buscar la pureza aunque siempre no me salga.
El público estuvo horriblemente frío contigo.
Muchísimo, es parte de esto y estoy acostumbrado. Aquí nos tratan como actuamos pero ese día el tiempo hizo que el público estuviera frío. Noté frío a la gente pero me sirvió mucho más allá del triunfo, supe que soy capaz.
Hombre, te mereciste mucho más premio.
Te lo agradezco, lo pienso, pero no me vine a menos. El trabajo se demostró y el trabajo se ve. Nunca estamos satisfechos, no nos dejamos nada y dimos un nivel alto.
En Madrid no llegó el triunfo esperado.
Una oreja te abre las puertas de todo, es la capital mundial del toreo. Es duro porque dejas tus ilusiones, tus sueños, entrenamientos… en ese día. Te estrellas con dos toros de nulas opciones y te parten la cara. Esto es así, difícil , le saqué cosas positivas, intenté todo, me dieron volteretas y los tiempos de Dios son perfectos. Ya vendrá el triunfo. Busco cada día sacar lo positivo de todo.
Pero sin ese triunfo se te cerraron plazas como Pamplona que sí pisó Diego San Román, tu compañero de piso. ¿Cómo lleváis ese pique en casa?
Por él te alegras pero te pica el orgullo. Competimos y no es bonito quedarte fuera porque piensas que tú podías haber estado allí. Es normal, es la competencia, estamos luchando pero esto es así. Salimos a darlo todo aunque seamos amigos.
En esta temporada, ¿tienes pensado ir a México?
A Arroyo no pero a La México quizás sí. Cuesta mucho entrar aquí y hasta que no acabemos, nada. Estamos muy enfocados en la temporada europea.
¿Qué tienes por delante?
Saint Perdon, espero que Cerceda, Cercedilla y alguna más además de Villaseca.
Una feria, La Sagra, que te puede lanzar.
Sin lugar a dudas, Villaseca es una feria que te puede lanzar. En la novillada que toreé la espada me jugó una mala pasada porque pude pelear por el premio. No sé si es la más importante pero si no lo es, casi. Una oportunidad de oro con un hierro de los duros pero que embiste. Tengo ilusión y la tele le da más importancia. Me ven profesionales, empresas… tengo cosas importantes a demostrar.
El toro mexicano y el español son muy distintos, ¿te obsesiona la colocación?
El torear bien, hacer las cosas con pureza. Quiero ser recordado como buscador del toreo bueno, de cerca y el que gusta.
¿Qué diferencia hay en las embestidas de los toros de cada país?
Tiene más poder y más fuerza el español. A lo mejor el de mi país es más difícil porque prueba y mide más al ir más despacio. Hay que llevarlo muy cosido y con mucho valor. Es un toro muy difícil el mexicano pese a su menor volumen.