Hablamos con Víctor Mendes
Hoy “viajamos” a Portugal de la mano del torero más importante que dio nuestro país vecino. Uno de los toreros más queridos del escalafón, ejemplo de valor y uno de los almas de la gloriosa generación de los 80. Hablamos con Víctor Mendes el día después de cruzar la frontera sintiendo envidia de la gestión de Porgugal.
¿Cómo se encuentra, maestro?
Aburrido y molesto con este tema, tío. Ayer pude llegar a Portugal gracias a tener el permiso de la Embajada para que nadie me parara en la frontera. Todo este lío me pilló en Madrid y tuve que quedarme allí en stand by.
¿Cómo lo está viviendo?
Vengo muy dolido de España, es mi tierra. Aquí en Portugal se adelantaron 10 días a las decisiones del gobierno español y lo controlaron muy bien. Lo que pasa en España no se puede comparar, no sé si es dejadez o que se lo tomaron a la ligera, lo vamos a pagar todos. No te hablo desde el punto de vista político porque los muertos tienen todos los colores posibles y están falleciendo a miles.
Todo pasará como ha pasado todo en la vida y de estas situaciones tan tristes siempre aprendemos.
¿Viajó usted en coche?
Sí, me pararon cerca de Badajoz y luego en la frontera. Lo único que entraba o salía de Portugal eran camioneros y todo se hacía con enorme profesionalidad y seriedad. Al entrar en Portugal también me pidieron los papeles pero ya estoy en casa.
¿Ha pasado miedo en Madrid?
El miedo lo pasé en un par de accidentes y en cornadas fuertes, en ese momento sabía que eran circunstancias que yo no podía controlar. Lo que podía decirte es que más bien sentí aprensión porque no he creído lo que decían los políticos, siempre he tenido la sensación de que todo se le había ido de las manos.
Hemos vivido momentos y ruedas de prensa grotescas sobre la hora de recabar material. Está muy bien que digas que esto es una guerra pero allí no puedes ir con un tirachinas. Es penoso ver como la falta de criterio, responsabilidad y decisión ha provocado miles de contagiados en los sanitarios, todo por su culpa.
Lo he vivido en casa, salí solo para lo esencial y me pararon dos veces por la calle. Me he vuelto un gran cocinero pero he engordado 3 kg porque el ejercicio no le haces igual. Llegas a convertirte en un bicho indolente porque soy más de campo.
Su país nos parece ejemplar en la gestión del virus.
Nosotros también tenemos una sanidad de nivel pero ha marcado la diferencia la forma de como ha reaccionado el gobierno de aquí. Nuestro presidente ha reaccionado siempre por delante de la evolución de la pandemia. El presidente dejó claro, desde el principio, que esto era grave y la gente se concienció. Hubo un par de brotes en el norte que eran importados de camioneros y hombres de negocios.
Vemos, con envidia, como ya se habla de abrir allí.
Es triste que España se haya convertido en uno de los mayores hazmerreír del mundo y eso no puede ser. Es un tema que necesitará, cuando esto pase, ser estudiado porque algo se ha hecho mal y lo estamos pagando. Alemania había hecho un estudio de la pandemia hace 4 años porque esto es algo cíclico, hay que estar preparados y eso es labor de los gobernantes. Parece que somos muchos y que la muerte de un millón de personas no es nada, no va a parar al mundo. Es una situación muy triste, estoy indignado.
¿En Portugal cómo se vive?
Está más distendida. No se percibe angustia en las personas pero no faltan los cuidados, la gente sale con mascarillas y guarda la distancia. Todo esto es gracias a que los gobernantes han transmitido seguridad y se han ido adelantado.
No estamos en la Edad Media, Jaime, las cosas llegan de una punta del mundo en un momento. Es triste ver que la gente que debe dar ejemplo han sido de los primeros en ser infectados porque fueron a manifestaciones sin cuidar a su pueblo. Encima les ves tan campantes, como si todo fuera bien.
No es un tema político.
No, el color político de Portugal es el mismo que en España.
Todo claro, poco más que añadir. Nos vamos al mundo del toro. ¿Cómo ve el futuro del toreo, maestro?
No quiero ser pesimista, el toreo está arraigado en el ser español. El toreo ha pasado momentos malos que han venido de la mano de crisis de otro tipo como guerras, Humanismo, la postguerra Civil que casi acaba con las ganaderías… Creo que en el fondo, todo está crisis pasará y lo que tenemos es la necesidad de reestructurar el mundo del toro para que sea más respetado, más considerado y para que la gente se identifique con él.
El problema del toro sale casi siempre del mismo toro. No ha habido una evolución, nadie ha mirado más allá que a su ombligo y solo se ha pensado lo de “el que tenga uñas que toque la guitarra”. Hemos cogido todo lo que hemos podido de la entrada en la UE, del boom inmobiliario… De repente se va todo al carajo y hay muchos profesionales que lo están pasando mal porque no se han dado cuenta de la burbuja en la que vivía el toreo.
Hay que reconvertirse y más viendo como venía el toro de complicado.
Yo he podido vivir esa época de gloria, de dinero, de cultura, de ganas de trabajar y pasarlo bien pero aquello no se cuidó bien. Hemos dejado que viniera gente solo a llevárselo,otros no han pensado más que en llevárselo y no se ha cuidado nada.
Y nadie movió un dedo.
Nadie. Tampoco cuando al toreo se le denigraba, se le daba de lado, cuando subían las tasas de todo nadie movía un dedo. También se desarrolló las figura del empresario-apoderado-ganadero y esa figura no ha movido un dedo para defender nada.
Hace falta unión.
Desde luego. Lo que no puede ser es que hable cada uno de lo suyo y no se mire a los demás: el empresario a lo suyo, el ganadero, el de la cuadra de caballos. Lo que está claro es que las figuras están multimillonarias y esas no van a tener problemas pero, o reman todos, o no solucionaremos nada.
Las figuras deben ser más elásticas a la hora de los dineros porque lo que nos interesa a todos es que las plazas estén llenas. Se les debe dar su categoría, desde luego, pero deben implicarse más. Cuando se habla de que el toreo es grandeza hay que decir que eso no es así para todos. En mi época así lo vivían el 80% pero ahora solo lo vive el 20%, como mucho.
Eso es indigno, se ha fallado en todo. No se ha cuidado ni la relación con el poder político porque solo se pensaba en llevárselo, cada uno lo suyo.
No sabemos responder.
Nada. Desde el inicio del toreo siempre ha habido antitaurinos y siempre se le ha medido en base a la ley. Ahora no tenemos respuesta para nada, no hay estructura para dar una respuesta al movimiento antitaurino. O nos unimos de una vez o yo ya empiezo a pensar que esto sí se puede ir al carajo.
Esa sensación de ruina tras el ladrillo y egoísmo está hundiendo la grandeza de esto.
Es una pena. Hay que darse cuenta que esta ruina también ha llegado a muchos empresarios, muchos están tiesos y otros viven de la inyección de los mexicanos. Esto tiene mucha tela que cortar.
No han llegado al toreo mejores ideas siempre.
No, yo entiendo que llegue gente nueva, con ideas pero que sean buenas. Lo estará haciendo muy bien pero llegó al toreo de la mano del ladrillo como si esto fuera un boom, un negocio. Ahora pasa lo del virus y fuera, 700 animales al matadero de Fuente Ymbro. Es trágico como lo es el momento que estamos viviendo pero quizás lo debería haber hecho antes. Ahora lo anuncia como una noticia y eso da alas a los antitaurinos. Hay que pensar mejor las cosas.
Creo que el coronavirus puede ayudar a reestructurar el toreo pero hay que moverse ya, eso debe salir de los propios interesados y esos somos todos. No nos sentamos nunca, cada uno va por su lado y eso es lo malo.
¿Usted se imaginaba que las grandes casas empresariales estarían en manos de mexicanos?
Qué dices, tío. He podido torear con grandes toreros, tratar con grandes empresarios y había un respeto que ya no veo. Tenías que ver la fuerza que tenía Manolo Chopera, era criticado pero tenía la categoría para tirar de la carroza. Tendría sus cosas, fue criticado, pero tenía una enorme afición y eso era necesario. Los Lozano también son un ejemplo. Ahora no hay respeto, se trata a los toreros como un producto a quemar y no hay afición. Esto era inimaginable antes (lo que estamos viviendo).
Pero los toreros se han sumado.
El toreo es algo mercantil, no lo dudo, pero debes tener afición. Hay que buscar llegar a un sector de público más amplío. Se están haciendo cosas bien, no lo dudo, y hay grandes toreros jóvenes que tienen condiciones pero no les dan oportunidades, las cosas como son. El toreo no ha pensado en proyectarse a medio plazo y eso duele. Cada uno va a lo suyo, los toreros también, es todo egoísmo.
¿Ese egoísmo nace con la nueva generación de empresarios y los empresarios del ladrillo?
Una empresa debe tener una gran estructura y una adecuada cabeza pensante. El hecho de que yo reciba una herencia no quiere decir que yo vaya a gestionarla como lo hizo mi antecesor. Me falta el pensar en proyectar la imagen del toreo para adelante.
No estamos en los medios, los antis, sí.
Mira, el otro día veía un documental sobre la educación y veía como lo que el independentismo propaga, si en la educación está, se convierte en asumido. El toreo no está en la educación, el toreo no está en la calle y el mensaje anti sí, eso genera que su mensaje sea el asumido.
Hasta su violencia verbal se tapa.
El toreo es la fiesta más demócrata del mundo, la más pacífica. Los antis sí son violentos verbal y físicamente pero no lo parece. El problema es que el toreo no se ha preocupado de enseñar la verdad porque se ha centrado en mirar a corto plazo, coger lo máximo que se podía y si se dejaba una plaza quemada no pasaba nada. Tanto mirar, mirar y mirar lo que me podía llevar que no hemos mirado hacia afuera. Por eso creo que el virus nos va a dar la oportunidad de hablar del tema, ponernos de acuerdo y darle dignidad al toro.
Ahora nos tratan a los toreros como una mierda, nadie nos respeta. A América llegábamos y éramos como casi dioses. Habría que hacer un estudio y ver quién y en qué nos hemos equivocado para solucionarlo.
Los toros es una fiesta cara y encima nos apuñalan en los impuestos. La fiesta está siendo usada por los políticos y nadie ha cuidado esto. Estamos en democracia pero no es real cuando me quitas los míos, no hay respeto hacia el otro. Estos (antis) vienen a quemar, usan el populismo.
Las medidas que están sonando, para mí pobres, es dar toros sin público. ¿Lo ve viable?
Viable es con los medios que tenemos hoy. A Movistar no le interesa perder un negocio como es el abonado que es aficionado al toro, esto es negocio. Es inteligente el proyecto de hacer esto y ver cómo rompe la gente. Por otro lado es triste porque la corrida es de ilusiones, vivencias, olores, palabras… no de televisión.
Esto lo puedo entender para un momento de crisis pero el toreo necesita roce y este virus no lo permite. Sin la posibilidad de haber público entiendo que se piense. Yo no me vería toreando en una plaza sin público, necesitas la reacción del público. Es el espectador el que te permite pasar de actor a héroe delante de la cara del toro, te empuja a una reacción distinta. Si escuchas eco no vas a transmitir lo mismo.
Para mí es frío pero si los profesionales están de acuerdo se podrá hacer. Hay espectáculos que se han dado con las 500 personas que pueden dejar ahora y son muy tristes, no hay alegría y el toreo no es igual.
¿No sería mejor emitir toros a puerta cerrada o tentaderos?
Sería más novedoso. La corrida de toros está reglamentada aunque no haya nadie y se debe seguir siempre. Ofreceríamos lo mismo pero sin el público, el caldo de cultivo faltaría. Cómo te decía antes el público es el incentivo necesario para que el torero, delante de la cara del toro, vaya más allá de sus límites.
No se pasa, como me decía, de actor a héroe.
Yo lo veo así. Tampoco voy a criticar esto tan tajantemente porque estamos en la situación que estamos y la intención es positiva. Dicho esto, para vivirlo el público tiene que estar presente en los espectáculos basados en emociones. En la televisión lo puedes ver con calidad, en la cámara lenta… da igual, te pierdes muchas emociones y sensaciones. Tú puedes ver en la televisión mejor los detalles pero no te va a llegar igual porque te falta la emoción, el público merece su importancia.
El maestro Rincón me dijo que a Bastonito, sin público, no le pega uno.
Es que no es lo mismo, Jaime. Me acuerdo de la época difícil de Las Ventas, cuando iban con pitos a la plaza porque te encontrabas corridas que para lidiar dos, saltaban cinco. Me acuerdo una corrida en la que salió un pedazo de sobrero de Joaquim Grave (Murteira), un toro corraleado, con mucho sentido. Pese a ese sentido era agradecido, me tuvo al límite. Hubo momentos que no sabía quién toreaba a quién pero empezaron los pitos. Eso me dio tanta rabia que me eché la muleta a la derecha, le pegué dos tandas, dos remates por abajo, media estocada y le corté la oreja al toro. Si estoy en el campo digo “a tomar por culo el toro”.
Este empujón del toro diferencia a los profesionales porque muchos se afligían por ello. En mi generación he visto torear a gente mejor que yo, como los ángeles. Ya quisiera yo torear como otros novilleros que he visto. Luego no fueron nada en esto por una cornada, por una mala administración, por no saber pasar del novillo al toro, del toro al super toro. Hay pasos que hay que lograr superar siendo objeto de deseo, deben querer verte.
He visto toreros que sentían su tauromaquia, les admirabas pero luego al anunciarles no iba nadie a verles.
Creo que se ha perdido ese orgullo del torero, había más emoción.
Veo torear con gran categoría. Lo que veo que se ha perdido ha sido intensidad, entrega. Hoy los jóvenes se forman en lo fácil. Si aparece un problema le echamos al lado, buscamos lo fácil.
Soy de una generación de toreros de tapia. Ahora oyes eso de “quiero ser figura del toreo” como si tuvieras que pasar un curso. Eso no es así, el toreo es más complicado, llegar a figura es un milagro. Puedes torear muy bien pero debes lograr que el público quiera verte. Ahora todo parece más fácil, el joven no se prepara para asimilar lo duro que es esto, lo difícil que es el público y el toro sigue matando como lo ha hecho siempre. Ahora no se preparan los jóvenes para hacer frente a lo complicado, no se preparan para entender que hay toros que solo te van a dejar lidiar, que no te van a dejar ponerte bonito.
Todo esto genera que el toreo esté muy estereotipado. Quitando 5-6 figuras que tienen su toreo, su talento, su forma de entender esto que ha asumido su público, el resto parece que son iguales. Les ves una vez y te parecen igual siempre. Eso hace, a mi forma de ver, que el aficionado pierda interés en verte.
Falta la competitividad de su época
Sí, no era la competitividad de ahora del abrazo y del beso. No, era la competitividad de querer arrancarte la cabeza. Yo he peleado con toreros que están en la historia.
Recuerdo al maestro Curro Girón con 55 años reapareciendo en San Cristóbal y yo con 27 y al verle torear pensaba en cómo habría sido él con esos 27, tremendo.
Recuerdo en Cartagena de Indias con mi querido Ortega Cano y abría el cartel el gran maestro Pepe Cáceres. Las cosas no le habían salido bien en el primero y a nosotros sí. Salió el segundo y le arrancó las dos orejas, se dejó matar. La gente gritaba “Colombia, Colombia” y él nos miraba de una manera que nos quería matar.
El tentadero que hicimos en Talavera demostró esa añoranza de su época.
Y se sintió detrás del burladero. Yo veía a mi querido Paco Ojeda y quería apoderarle porque le veía hervir porque las vacas no salieron buenas. Es hambre, el no querer dejarse ganar la pelea, el toreo es eso. Hace falta, en estos tiempos, sentir eso de nuevo. Tratarse con respeto, eso siempre, pero sin dejarse ganar la pelea.
Por ir terminando, ¿cómo surge su relación con Alejandro Gardel?
Soy simplemente un formador, en alguna forma un intermediario. Hay un apoderado y me contactaron. Lo primero que dije era que quería verle delante de un toro. Le ví delante de unas vacas y le vi estereotipado pero con cosas buenas. Luego tuvo la oportunidad de matar dos toros a puerta cerrada y su comportamiento era distinto. Entendí que era algo psicológico, de no andarse con “bienes” y sí con entréguese y apasiónese. Hay problemas pero no valen las excusas, hay que resolverlas.
Tienen que entender que hay problemas que deben resolver, no valen las excusas. Vamos progresando pero surgió todo esto pero no soy su apoderado.
El apoderado ha cambiado
Sí, hemos pasado del apoderado que va por libre al que está dentro de una gran empresa, es ahí donde quieren llegar la mayoria de los toreros. El torero vive ciclos y esto se me ofreció y acepté queriendo ayudarle psicológicamente a solventar problemas. Él ganó bolsines, ganó certámenes con picadores y cayó pero ahora quiero ayudar a su segunda oportunidad. No quiero cambiar su estilo, quiero darle intensidad y ayudarle a tener motor para solventar los problemas que pueda tener un toro al que se enfrente.
No ser fotogénico.
Toreros con fotos bonitas hay a punta pala. El toreo va muchísimo más allá de todo ello, no vale solo la estética. Hay que solventar problemas y debes llegar arriba. Así pienso yo, no quiero decir que esté acertado. La entrega hace que la gente se apasione por ti.
¿Y la suerte?
A mí me cogieron para matarme, para dejarme lisiado. Yo he vivido situaciones de muerte que no pensaba que pasaría a grandes figuras del toreo. A mí no se me pasaba por la cabeza que un toro pudiera matar a mi maestro, Paquirri. No podía imaginar que un toro pudiera matar a ese figurón inconmensurable.
Paquirri iba más allá de la figura atractiva, de los ojos verdes, tenía tal capacidad resolutiva que no te podías imaginar lo que le pasó. A mí también me pudieron matar los toros.
Yo lloré con la tragedia de un pedazo de torero como José Cubero “Yiyo”. No sé si es la suerte o que cada uno tiene su propio destino.
El maestro nos revela algo duro pero sorprendente.
Fíjate amigo Jaime, en los 90 llegué a pensar que estaba bendecido, que tenía estrella y que no me podía pasar nada. Peleaba con Soro, Espartaco… a cara de perro y a mí me cogían los toros y no me hacían nada mientras que a los demás le pegaban cornalones. ¿Cómo te explicas eso?
En mi generación hubo toreros soberbios de novilleros que se fueron quedando, ¿cómo toreaba Pepe Luis Vázquez?, ¿Mario de Triana?, ¿Granada?… Fíjate lo que le pasó al Yiyo y mira cómo toreaba. Hay tales condicionantes que esto es muy difícil. El toreo es tan duro como bello a la vez.
El maestro se rompe aún más.
A mí nadie me puede decir nada de esto porque lo he vivido y lo he sufrido. Nadie habla ahora a los jóvenes de las horas de esfuerzo, de lágrimas, de rabia cuando no te llamaban. Nadie habla de la exigencia de Espartaco padre a su hijo. El toreo es estética, no lo dudo, pero este sufrimiento también y ahora parece que lo quieren olvidar por ir a lo fácil.
El toreo es bellísimo, no lo niego, pero hay que transmitir, llegar arriba. Hay una máxima, Jaime, el público manda.
Vuelvo a Talavera, era un tentadero y mire la expectación y la emoción.
Así es.
Eso es por algo, maestro, se añora a su generación. Lo bueno es que ha quedado un enorme legado.
Lo bueno es pasar por la vida alcanzando un nivel en tu pasión que es el toreo. Fui a España convencido de que tenía cualidades para ser matador. Luego las cosas se desbocaron y respondí, asumí responsabilidades.
Hemos hablado antes de César Rincón y vino a España y conquistó a la gente por su entrega. Roca Rey no ha inventado nada, José Tomás tampoco pero te llegan por las tripas, te aportan la emoción, el toreo de siempre, el que te pone de pie.
A mí José Tomás no me transmitía principios ni filosofía, me llegaba al alma delante del toro. Eso diferencia a los especiales de los demás.
La personalidad.
No ha inventado nada en el toreo, sus pases son los que ya existían. Una figura del toreo como Juli dicen que inventó la lopecina y ya estaba inventada, la zapopina. Tuvo la inteligencia de hacerla suya haciéndola más bella porque es figura del toreo. Talavante conmocionó con la arrucina y ya estaba inventada. Ponce ha creado alguno nuevo pero el toreo es el de siempre. El toreo de verdad es ortodoxo pero se asienta en el toreo de las tripas, es lo que te levanta.
Han inventado faenas más largas.
Son las más largas de siempre. Si ves la faena de Julio Aparicio en El Pilar en la que cortó un rabo ves a un toro que ahora sería un novillo pero transmitía miedo, emociones. Con ese toro ese torero era capaz de llegar arriba, la personalidad es lo más bello del toreo.
Las horas nos pasaron y llegaba la madrugada. Dejamos la conversación sin darnos cuenta del reloj. El maestro transmite lo que pregona, emoción y el toreo de tripas hasta hablando. Nos despedimos preguntando por nuestras familias con la promesa de vernos pronto con un quesito y un vinito de por medio. Sin duda, una charla inolvidable de un genio.