Hablamos con Sebastián Marín. FINAL ALFARERO DE PLATA 2019
Hoy hablamos con Sebastián Marín, novillero de Barcarrota, que el próximo 30 de Junio trenzará el paseíllo en Villaseca de la Sagra en busca del Alfarero de Plata 2019. Simplemente os animamos a leer esta entrevista para conocer a un novillero muy especial.
Buenas tardes torero. Lo primero, por aclarar, ¿Sebastián Marín o Sebastián Caricol?
Siempre me he anunciado como Sebastián Marín pero en los bolsines siempre te ponen el primer apellido que es Caricol, pero yo me anuncio como Marín.
Aclarado, comencemos. En Villaseca (ver foto) dejaste un concepto de torero artista.
Por encima de todo intenté torear muy despacio. Ésa es mi obsesión, cuando se torea así, todo el mundo se pone de acuerdo.
Hay fotos de un corte precioso.
Las he visto, sí.
¿Qué supone para ti torear la final del Alfarero de Plata?
Es un escaparate muy importante para demostrar la proyección que uno quiere dejar. Es una tarde esencial para que se empiece a hablar de Sebastián Marín, es básico para empezar a sonar.
¿Te lo esperabas?
He seguido el concurso pero soy un torero de mi interior. He estado en el campo, sin preocuparme, sabedor que había hecho lo que yo quería, torear despacio. Una vez hecho eso, todo quedaba en manos del jurado. Creo en mis condiciones y esperaba estar.
Una final en el que el trapío estará presente.
En Villaseca son serios pero no solo en el novillo. Esa seriedad nos motiva porque ves que se cuidan todos los detalles. Cuando uno acude a sitios como Villaseca, sabe que va a jugar la Champions.
Me hablas de torear despacio. Curiosamente, en Candeleda te vi hacer de todo. Me diste la sensación de torero de valor pero también tremendista, muy alejado de esta idea.
Hay que hacer de todo. En este tiempo dependemos de los premios y las orejas, eso hace que a veces tengamos que dejar lo académico a un lado. En Candeleda quedaron presentes mis ganas y lo que quería hacer. He ido refinando mi concepto, siempre pensando que me gusta cruzar la línea. Ese paso le quiero dar pero sin olvidar el realizar cosas que den improvisación a la faena, eso cala.
¿En quién te miras?
Busco ser diferente pero de niño me impresionó José Tomás. He toreado mucho con el maestro Talavante, tenemos una gran amistad, desde el respeto. Me impresionan ambos porque han aunado el torear despacio con cruzar las líneas, algo al alcance de los elegidos.
Tienes y defiendes una idea propia de toreo, no siempre acorde con las escuelas, ¿Por qué dejaste la Escuela Taurina de Badajoz?
Siempre he querido ser fiel a mi. He tenido la capacidad de jugarme la vida siendo herido con cornadas de 30 cm y no tenía el sitio que me había ganado en la plaza. El camino sé que iba a ser más difícil pero con la satisfacción de que cada paso que diera era ganado, sin que nadie me regalara nada. Sé que si llego, será por mí.
Es un paso complicado en una escuela en la que se torea mucho.
Yo he toreado cinco novilladas. He sido finalista en Ciudad Rodrigo, Candeleda… No me gusta hablar de las finales, me gusta hablar de la esencia del toreo. Otros sé que no han sido finalistas y yo me quedaba en casa. No quiero meterme en quejas porque sé que aquí mandan el toro y el tiempo, ellos serán los jueces.
Badajoz está repleta de clases de la escuela, ¿te ha perjudicado el abandonar la escuela en forma de menos contratos?
Sé que no voy a poder torear mucho en Badajoz por lo que usted dice, lo que se dan son clases de la Diputación. Quiero llevar mi camino y ya llegará el momento de torear en Badajoz, Olivenza… y lo haré en figura. Sí me ha perjudicado el irme pero quiero ser fiel a mis ideas y sé que llegará el momento.
¿Te apoyaron en casa a dar ese paso?
En mi casa no se han metido en mis decisiones, me han dejado tomar mi camino. Llevo queriendo ser torero desde los siete año y nunca se han metido. Me han aconsejado, todos sabíamos que irnos iba a ser complicado porque no iba a poder torear en Extremadura.
¿No se metieron al ver que las cosas no iban bien?
No quiero entrar en las quejas pero hay determinados gestos de los responsables que no fueron los adecuados en momentos tan duros como la cornada gorda que sufrí en Ciudad Rodrigo. Después de esa novillada, en la que me parten el muslo, entré en Barcarrota y por el alcalde. Como le he dicho, el camino va a ser difícil, pero en esta nueva etapa ya me he ganado un festejo como el de Villaseca. Es ahí dónde tengo que hablar.
¿Has pensado en cambiar de Escuela viendo que dominan los festejos sin caballos?
Lo he pensado, la escuela de Madrid me llamaba. Si no me he ido es porque estoy yendo mucho al campo.
Hablas con mucha madurez para tu edad, 17 año.
Eso es buena señal. El toreo y la vida te lo enseñan. El toreo te aporta matices, sobre todo cuando uno quiere ser torero, cuando ya no es un juego de niños. El ver a toreros que admiras, tentar con ellos, ver su forma de comportarse, como el caso de José Tomás, te aporta matices de madurez necesarios para desarrollar tu concepto.
No soy muy amigo de hablar de las cornadas…
No hay problemas, puede hablar, las veo como algo extraordinario. Sin ellas, todos seríamos toreros.
Pues entonces sigamos, tú mandas. Lo que te iba a decir es que estabais muy verdes en el Carnaval para ese reto.
Era el tercer novillo de mi vida. Estaba la plaza llena y no me quise andar con remilgos. Estaba en Ciudad Rodrigo y eché la moneda al aire sabiendo que me podía pasar lo que me pasó, sabía que podía ser cara o cruz. Me metió para dentro el novillo pero en el hospital estaba en paz conmigo mismo. No llegó el triunfo pero estaba en paz conmigo. Sabía que había dado la cara aunque me la habían partido. Las sensaciones, pese a no tener orejas, fueron positivas.
Muy duro oírte así con la edad casi de un niño.
Esto es así, no tengo dudas.
¿Cuántas toreaste después de este “tabacazo”?
En Jerez de los Caballeros toreé un festival con el maestro Aparicio tirándome a matar sin muleta para reivindicarme. Aceuchal y pinché, Barcarrota y Salvaleón.
¿No se te quitan las ganas al ver el “premio” de tu sangre?
Siempre he sido muy fiel a lo que sentía. He visto muchos vídeos de Corbacho, gran profeta del toreo, que dio ética a José Tomás y Talavante. Creo en la ética del samurai ante la muerte, sin gestos de dolor. Estoy comprometido con lo que quiero ser. He toreado en pueblos con la misma mentalización que si fuera Madrid, para mí el toreo es mi vida.
En esto no acepto remilgos, he salido a dejarme matar. He cobrado y sé que lo voy a seguir haciendo pero nunca he tomado como opción el dar un paso atrás. Siempre he sido fiel a la idea de atornillar las zapatillas, sabiendo que quizás no volvería a casa. Prefiero no volver que dar un paso atrás o dar menos de lo que debo.
¿Llegaste a conocer a Antonio Corbacho?
Con Sebastián Ritter en el campo y era una persona que impactaba.
Un hombre de los que ya no quedan.
No, no quedan de esos.
Los extremeños contáis con un tesoro, la difusión y cuidado de Juan Bazaga.
Desde luego. Desde aquí quiero agradecer su cariño, su trabajo. Conmigo siempre ha tenido un mensaje, un cariño para pedirme fotos o vídeos para poner sobre mí. Gestos de un gran señor. Aunque me he marchado de la Escuela de Badajoz sigue pendiente de mí y se lo quiero agradecer desde aquí.