Hablamos con Pablo del Río (Victoriano del Río) “De la bravura no te puedes alejar nunca”.
Nos marchamos a la sierra de Madrid para hablar con Pablo del Río, ganadero de la vacada de Victoriano del Río. En él vemos a una persona muy inteligente, con la ganadería en la mano y las ideas muy claras. Disfrutemos conociendo un poco más a uno de los hierros más importantes de los últimos años y que dejó nombres para la historia cómo Dalia, Cantapájaros, Beato…
¿Cómo están viviendo la situación que estamos viviendo por el COVID?
Con preocupación pero también con esperanza. En cuanto a los animales te diré que con el mismo cariño y el mismo trato cómo si fuera una temporada normal.
¿Ha tenido que enviar mucho al matadero?
Hasta ahora no hemos mandado mucho al matadero. En época de verano no podemos torear a todos los toros que vamos a mandar al matadero y vamos a esperar a octubre. En este mes los 10-12 cinqueños los tendremos que mandar a matadero aunque 4-5 los torearemos pensando que pueden ser sementales. Más entrados en el invierno los toros de menos nota y algún defectuoso pues también lo quitaremos para dejar cómo cinqueños a los más elegidos. Hemos mandado 20-30 vacas.
Todo el mundo está depurando la ganadería y esperamos que todo se quede en 2020 porque si 2021 sigue así ya hablaríamos de depuraciones muy importantes.
Por ahí iba a ir yo. Con un año similar a éste desaparecerán ganaderías.
A día de hoy conocemos por varios amigos de nuestro círculo que varias ganaderías han reducido de una cantidad estimable de vacas a 50-80 madres. No quiero pensar qué pasaría con otro año similar. Nos daría mucha pena pero ya no podríamos aguantar. Primero está la familia directa a la que recortamos muchas cosas por dar a los animales el mismo trato y criterio que tenemos hasta ahora basado en darles todo y la mayor dedicación.
El romanticismo de los ganaderos tiene un límite.
Ese romanticismo se nos da por presupuesto. Esto no es romanticismo, es una dedicación y afición que tienes que has recibido desde pequeño. Mi hermano Ricardo y yo, si Dios quiere, seremos la sexta generación de ganaderos continuados. Es algo que nos viene legado y que es una devoción que tenemos hacia los animales y es una “droga” que te obliga por amor a continuar. Cuando ves estos años tan duros tienes que pensar que primero están los tuyos y a ellos no les puede faltar de nada.
A Dios gracias tenemos otros negocios de los que tirar pero primero va la familia.
¿Se puede vivir sólo del toro?
No, eso es algo que siempre nos han inculcado en nuestra casa. Puedes tener beneficio algunos años pero cuando te acomodes a tener beneficio la ganadería va a tirar hacia las tendencias del mercado y debes tener claro hacia dónde quieres llevar la ganadería. El público te dice lo que quiere ver en el espectáculo y eso debe estar por encima de los intereses económicos de la ganadería. El público quiere ver algo que le transmita desde lo artístico o desde el miedo que genera un toro bravo. No podemos dedicar de lo que viven las 15 familias que tenemos por buscar beneficio. El beneficio económico si viene, perfecto, pero si no viene lo tienes que tener en otros campos a los que te dediques.
Pues me surge una duda. Todos los profesionales del toro están para ganar dinero pero los ganaderos deben conformarse con no perder mucho, ¿por qué?
Los ganaderos son los que más se involucran porque aquí tenemos metido todo nuestro patrimonio y cómo es nuestra forma de vida le metemos lo que conseguimos en otros negocios. Esa forma de vida se transmite y pienso en mis hijos de 10-12-13 años que ven el campo de una manera muy sana y alejada de la forma de la sociedad actual. El campo te da valores que no hay. No somos tontos y buscamos que no nos cueste pero en mi casa se han pagado salvajadas para tener el tipo de ganado que queríamos con la bravura que queríamos. Ahí no pensábamos en el beneficio económico y sí en ver embestir un toro cómo Beato, Cantapájaros o cómo la corrida de Nimes del otro día. Eso te alimenta.
Al ganado de engorde le mandas al matadero con un año, con ese tipo de animales sí sabes el rendimiento económico que tienen. Con el bravo, no. Este año vamos a poder lidiar veinte toros teniendo noventa en el campo pero la corrida de Nimes me la guardo en mi memoria y eso me alimenta para aguantar hasta que reventemos.
Hablando de la corrida de Nimes. Me decías que el público quiere emocionarse por la vía del arte o pasando miedo. En este caso la corrida fue brava, algo peligroso para que la quieran las figuras.
A lo mejor. Cuando hemos tenido épocas malas, cómo hay en todas las ganaderías, preguntas en este caso a tu padre que es el que nos ha dirigido. Él nos repregunta diciendo que si seleccionamos bien, alimentamos bien y manejamos de forma correcta, seguimos el criterio… al ser todo que sí pues llegará. De la bravura no te puedes alejar y eso hará que en plazas de tercera, cómo nos está pasando, las figuras no nos la pedirán pero sí en plazas de primera. Si nos estamos alejando del toro que quieren las figuras es el público quién nos lo dirá pero nosotros nos debemos al público y las figuras lo son por su adaptación a las tendencias del público. Todas las tendencias del toro: arte, tremendismo… van a elegir a los toros que propician el triunfo.
Pero ese animal bravo no perdona, descubre.
Claro que sí. El equilibrio entre la clase y la bravura no lo logras siempre. Hay veces que la bravura se pasa un puntito y deriva en genio, es cuando las figuras no las quieren pero cuando tienen obediencia, humillación, transmisión y sabiendo que el torero va a poder con él, entiendo que van a recurrir a nosotros en las plazas de importancia. En las plazas de menos responsabilidad, cómo es natural, buscarán algo más cómodo.
El otro día echó Santiago Domecq una corrida muy brava en una plaza de menos responsabilidad (Cabra) y esos encierros, entiendo, también gustan a las figuras.
Pero pasas un rato.
Los triunfos, más en estos momentos, son requeridos por las grandes figuras. La obediencia y la transmisión que tuvieron las nuestras en Olivenza y Nimes hacen que esa bravura alta les compense porque tienen la transmisión necesaria para llegar arriba y emocionar al espectador.
Estas dos corridas, ¿marcan un cambio en la ganadería o es cuestión de rachas?
Es la evolución. Cada pequeña vuelta que le das a la ganadería tarda 8-10 años en llegar al público. Los triunfos desde 2019 (los toros de Ferrera en los seis toros, uno en clase y otro en bravo, la corrida de Olivenza y la de Nimes) vienen de cinco sementales nuevos. Esos sementales, nacidos en 2010-2011, nacieron ya marcados con la posibilidad de ser sementales. Ahora estamos dando otra vuelta de tuerca pero hasta 2030 no lo podremos ver, por eso esto es tan largo.
En Olivenza vimos dos toros muy diferentes. Uno pura clase, el de Ginés, y otro pura bravura, el de Emilio de Justo. ¿Cómo conjugar los dos?
Los dos animales, para tener esa entrega tan absoluta, parten de la bravura. Esa manera de reducirse, esa manera de venir humillado desde que le citan parte del mismo tipo de bravura que el otro animal. Los dos sementales son distintos pero el padre de los dos sementales es el mismo; tan diferentes y parecidos. Uno con una entrega y preparación que le viene dada por la madre y el otro en clase pero los abuelos y bisabuelos son los mismos, nos remontaríamos al Aldeano famoso. Partiendo de un mismo criterio se les puede dar la bravura y la clase, eso es lo que valoramos más del encaste Domecq, les puedes llevar hasta la bravura más encastada o hasta la clase más pastueña.
El más destacado de los dos encierros fue el tercero de Nimes, ¿le hubieras echado a las vacas?
Sí, de la bravura nunca hay que huir, es algo que nuestro padre nos ha dicho siempre, la bravura siempre te dará alegrías. Al vino siempre se le puede echar agua pero al agua nunca le puedes echar vino.
Con corridas cómo la de Nimes, ¿no cree que el estigma sobre las ganaderías que matan las figuras desaparece?
Por supuesto, hay que pensar que las figuras se apuntan al toro que más se adapta a su tipo de toreo y en las ganaderías que más regularidad tienen a la hora de dar ese tipo de animales. Buscan las que están en buen momento, no a las de sus amigos. En esto se sube y baja cómo en la Bolsa y hay que aprovechar los mejores momentos para que te las toreen las figuras.
Es un punto importante éste porque si te la matan ayudan más al triunfo porque los aprovechan. No son figuras por regalo, las 8-10 que están arriba no han recibido regalos y se dejan la piel para seguir ahí por el caché y categoría que te da. Cuesta mucho mantenerte porque todo el mundo quiere tu puesto.
En Olivenza eran dos grandes toreros pero no era el cartel estrella.
Cuando es tu día da igual que sea el cartel de figuras o no. Prefiero un cartel con figuras en proyección cómo Emilio de Justo y Ginés que un cartel de toreros acomodados. La corrida brilló más por el momento de los dos toreros. Ginés con cinco orejas se comía de nervios y ganas de estar arriba todo, y Emilio porque no ha podido este año por la pandemia, sino estaba tocando a las puertas de los de arriba.
En Nimes por la pena de la espada sino había salido por la Puerta de los Cónsules cómo Ponce. A él le tocaron los dos toros más complicados dentro de una corrida muy buena. Él estuvo a una altura muy alta y lució a los toros, fue generoso. Las figuras no suelen lucir tanto a los toros pero Emilio nos dio el sitio y la importancia y eso es de agradecer y mucho por los ganaderos. El regalar aplausos cómo él nos regaló es de ser un torero muy generoso con las ganaderías que no es lo usual.
Aquí aparece el ego de las figuras.
Eso pasa en todas las profesiones, a las grandes figuras les gusta ser ellos. Todos tenemos nuestro ego y nos gustan las palmas. Las figuras crean esas grandes obras de arte ante toros tan bravos y se vacían pensando en el público pero no se paran a pensar en el toro porque no tienen tiempo material de poderlo pensar. Ese egoísmo hay que entenderlo cómo positivo en ambición y amor propio sin querer que nadie esté por encima de ellos.
Me citabas Dalia, Beato, Cantapájaros… Son faenas en las que todos recordamos a la figura pero al toro, algo que no siempre pasa.
El binomio es esencial. Nosotros tenemos la suerte de que ha sido en Madrid que es una plaza dónde es complicadísimo que esto pase. Este binomio ha pasado con Manolete y Ratón, con Antoñete y el toro blanco… Dalia y Manzanares van a estar ligados cómo Esplá y Beato o Juli y Cantapájaros. No hace falta decir de quién es la ganadería, son ya del espectador y su memoria. Pinto Barreiros crió a Ratón, Osborne al blanco y Victoriano a estos pero el toro ya es del recuerdo de quién lo vivió.
¿Con cuál de estos tres toros de la casa te quedas?
Probablemente, por la cercanía en el tiempo y la evolución del toreo, probablemente con Dalia. Dalia es el más cercano al toro de 2020. Cantapájaros fue la clase excepcional, Beato fue la bravura con la transmisión, con la humillación y la magia de Esplá. Cada uno tiene su momento y su magia. Las cuatro orejas de José Tomás… Mi padre, gracias a Dios, ha creado una serie de momentos que vamos a tener grabados en la cabeza y cuando la ganadería no embista o estemos en bajos momentos tenemos una cantidad de vídeos inmenso para subirnos la moral.
Me estoy acordando de los tres y… la embestida más actual es la de Dalia, eso lo tengo claro.
¿Cómo lograr hacer embestir a un toro tan grande como Beato?
A base de tener fe y, cómo dicen los toreros, en nuestra casa los tentaderos no son fáciles. Las vacas pesan mucho en el sentido que son embestidas fuertes y con mucha personalidad. No son tentaderos cómodos pese a ser eralas para utreras con 250kg porque son animales de mucha personalidad y esos tentaderos de animales que pesan en la muleta se traducen en embestidas en los machos con mucha transmisión. A eso hay que añadir el trabajo de mi padre, de nuestro mayoral Juan y de todo nuestro equipo y la familia que vivimos por y para el toro. Cualquier rato libre que tenemos es estar en la ganadería porque es lo que nos da la vida.
En esa selección, ¿qué importancia le dan al caballo?
Es un momento más la lidia que bien desarrollado tiene la misma importancia que cualquier otro tercio, es un proceso más de la lidia. Es importante que sangren los toros y la forma de sangrar.
La tristeza es que ahora es un tercio no tan lucido pero el otro día en la corrida de Arles gustó a mucha gente pero a otros no. Se vio que el encaste Domecq, cuando se le cuida y se le pone de lejos, se arranca y da emoción. Nuestro toro y el de Santiago Domecq tomaron tres puyazos a 30 metros con alegría y ganas de emplearse. Volvemos al ego de las grandes figuras, cuando ven cualidades en un toro no quieren que se desgaste en varas y no le quieren lucir y lo quieren tapar para que llegue con sorpresa a la muleta.
¿Cree que vamos a llegar a un punto en el que el encaste Domecq ya derive en otros propios que deriven de él?
Sí, nuestra ganadería no tiene nada que ver con otras del encaste Domecq. Llevamos 35 años con este encaste y han pasado las famosas cinco generaciones de animales en nuestra casa, el tiempo lo dirá. Aunque nos empeñemos en decir que tenemos nuestro encaste, es el público el que lo terminará diciendo. Nosotros ya tenemos a dos ganaderías que hemos vendido y que están lidiando de nuestros productos con éxito y el tiempo lo irá diciendo. Nosotros no somos cómo otros del encaste Domecq que han vendido tanto, nosotros seleccionamos mucho a quién vendemos con un criterio personal.
Cuadri es un encaste propio, ha sido el público quién lo decidió. Todo llegará.
En estos tiempos han proliferado los indultos, ¿qué opinas?
El indulto por indulto es una pérdida de tiempo pero sí hay muchos animales que dan mucho beneficio a la ganadería. Es una ayuda real al ganadero porque te permite tener caracteres que nos ha podido percibir. Hay muchos animales que se tientan y que se escapan porque no ha podido el ganadero percibir las cualidades reales que tenía y no hay mejor tentadero que la plaza con el público delante y con la lidia completa que se le da.
Justo Hernández me decía que separaría el indulto de la obligación de ser semental.
Claro, claro. El que una cosa sea excepcional hay que separarlo y premiarlo pero si te han premiado un animal cuyas embestidas ya tienes o no te aporta nada que te vaya a servir no tenemos la obligación de echarlo. Lo que si tenemos es la obligación, si el espectador ha decidido perdonarle la vida, nosotros no somos nadie para quitársela. Todo toro indultado se muere en nuestra finca aunque no nos sirva para las vacas.
A tu padre le achacaron la frase “de eliminar las vacas con exceso de bravura”. Frase que oyéndote a ti y viendo tus productos no me cuadra.
Es que hay frases que se sacan de contexto sin venir a cuento. Cuando un animal se pasa de bravura es lo que nosotros entendemos por genio. A ese tipo de bravura es a la que se refería mi padre, ese genio es lo que queremos quitar.
Una frase mal interpretada porque ser ganadería puntera invita a que hagan malos usos de esto.
En las redes sociales hubo comentarios que te resultan graciosos. De esas polémicas hay que tratar de huir porque al público no te puedes enfrentar. Puedes tener gente a favor o en contra pero una frase me hizo gracia “A Victoriano se le puede permitir que mate vacas por exceso de bravura viendo el ejemplo de la corrida de Nimes”. Lo que quitamos es los animales con exceso de bravura porque en nuestra casa eso es genio y la bravura es una virtud que en exceso acaba en negativo, en el genio. Ahí la bravura pasa a ser defensa, el genio, y la bravura es entrega total. El ejemplo de la bravura total para nosotros es el tercero de Nimes que terminó parado al final porque no podía luchar más.
Mi padre estaba en Madrid por el tema del coronavirus y hablamos a mitad de faena de muleta, Emilio de Justo lo estaba cuajando, y dijimos que si nos decían de indulto diríamos que sí. Dijimos los dos (Ricardo y yo) a mi padre que no iba a aguantar porque le vimos con temblor en las patas traseras de acalambrado porque se había entregado totalmente. Esos calambres te indican que el animal está entregado. Es la diferencia entre genio y bravura.
Voy terminando. Se habló de una ayuda fuerte desde la Comunidad de Madrid, ¿la están recibiendo?
No, tenemos noticias de que van a salir las solicitudes en 10 días cómo mucho. Ha sido la comunidad más dura con la celebración de festejos, nos causó un malestar importante, pero es la única comunidad que va a dar una verdadera ayuda a las ganaderías. Con la ayuda de hasta 100000 euros que nos han prometido, en función de los animales que tengas, te dan aliento para llegar hasta marzo o abril manteniendo los 10-12 puestos de trabajo que tenemos en la ganadería y poder seguir con los animales sin carencias de ningún tipo.
Esto nos permite tener un tesoro genético y no mandarles a matadero. De las 400 vacas madres que tenemos sólo hemos podido quitar 20-30 porque es cada una tenía un por qué de estar en casa y te da pena sacar de otros negocios para darles a los animales el bienestar que tienen que tener. Gracias a Dios la CAM lo va a hacer y han prometido que tendremos el dinero en las cuentas antes del 31 de diciembre.
A ver si es verdad. ¿Cómo cree que será el año que viene?
Tenemos que buscar la vacuna cómo sea. En el momento en el que la parte más débil de la sociedad esté vacunada y se cambie de lo negativo a ver la luz, todo cambiará. Para el comienzo de la temporada tengo esperanza pero no todas conmigo. Espero que sigamos el camino francés, que nos ha abierto otra perspectiva política que no tenemos aquí con tanta división, y poder hacer Olivenza, Sevilla, Valencia o Madrid cómo se ha hecho en Francia con un límite de espectadores pero dándose. Sería lamentable que en 2021 no demos toros en plazas de primera cómo ha pasado este año.