Hablamos con Isaac Fonseca. Moncalvillo 2019.
Seguimos hablando con los protagonistas de la Feria de Moncalvillo 2019. Hoy hablamos con uno de los nombres que más fuerte han irrumpido en el toro a base de hambre. Con él repasamos sus tardes en Cenicientos y Colmenar con la vista de cara a San Agustín del Guadalix.
Con solo una novillada toreada. ¿Cómo afrontabas Cenicientos?
Era una prueba difícil pues era mi segunda novillada con picadores y suponía un reto muy importante salir victorioso de esa tarde. La afrontaba con toda la actitud posible y sabiendo que me iba a entregar del todo.
Una novillada complicada de La Quinta.
Así es, impactante. El primer novillo trajo a las cuadrillas y a todos locos, saber que al siguiente novillo te tocaba actuar también hizo que la cabeza hiciera sus cosas. Mi primer novillo fue un tanto complicado, con embestidas informales, te miraba. Me salió Camarero, mi sexto, tuvo virtudes embistiendo despacio y pude disfrutar y me dejé llevar.
Me dices que el complicado primero te hizo pensar. ¿Cómo superar eso?
Depende de cada uno. La cabeza hace algo para bien o para mal, para mí hice que fuera para bien. Decía que saldría bien el mío, visualizando que harías a ese novillo primero aunque no fuera el mío.
¿Tú temiste que fuera tan dura la novillada entera como el primero?
Me pasó por la cabeza pero también que fuera nada más ése. Hubo tres y tres en cuanto a comportamiento.
Todo esto se afronta con una novillada en las espaldas. Un trago duro.
Depende. Si uno va confiado en uno mismo no es un trago duro y yo iba convencido en mí. Gracias a Dios pude triunfar.
El primero fue deslucido y solo podías enseñar que te quedabas quieto. No había opción de triunfo.
Sí, pensando en qué podía hacer con él mucha gente me decía que arriesgar tanto no era adecuado. Si estoy empezando lo tengo que hacer y el toreo es quedarse quieto pese a las dificultades. ¿Qué hubiera sido mejor? ¿No mostrar mi quietud o sí? Mi respuesta es quedarme quieto pese a lo deslucido del animal. Todo lo tapó la actitud.
Con el sexto enseñaste que sabes torear
Le fui entendiendo poco a poco. Fue noble, embistió despacio y al torero le pidió aguante y temple para poder hacer juntos un baile rítmico y lento. El novillo Camarero fue así.
No te olvidas del nombre
Ni de Mexicano que fue mi primero. Con él pude aprender cosas también.
Entremos en Colmenar, ¿esperabas más gente?
No pensaba en el público porqué no sabía la gente que había entrado otros años.
Dentro de lo que cabe había ambiente.
Se manifestó toda la tarde. Un mano a mano lo requiere y se vivió muy bien.
¿Os llegaron a molestar las peñas de sol con sus gritos a destiempo?
Hubo un momento que sí pero traté de no hacer caso. Cada plaza es singular y son peñas que van a divertirse pero hace falta respeto. Ahí está el tema de cada torero, debes afrontar cada público y creo que me olvidé de lo que gritaban.
A tu compañero le llegaron a gritar “asesino”.
Así es. Quizás fuera por gente que acudiera a la plaza por primera vez pero es una falta de respeto hacia nosotros y al aficionado que acude a la plaza de otra manera. Escuchar eso es desagradable.
Entrando en lo taurino. La gente se puso de tu parte con tu entregado recibo a la verónica al primero.
Desde mi quite a Francisco dejé claro que daría todo. Mi meta estaba en salir triunfante y dar todo.
Tu primero dejó ver tres derechazos soberbios pero duró poco.
Regente me ayudó mucho. Tuvo temple y dulzura en sus embestidas, me dejó acoplarme y me ayudó para lo que hice en los otros. Me pude recrear y demostré tres tipos de mis técnicas y este primero me dejó el arte, disfrutar para mí. Se notó en los derechazos que usted dice.
En el cuarto arrancaste la oreja donde apenas había opciones.
Se me enchinaron los bellos al recordarlo. Mi maestro Jacobo Hernández me dijo que no me desesperara que iría a más el novillo. Parecía que el novillo no daría mucho pero puse entrega atrapando al público en cuanto a la puesta en escena. Le toree a media altura y le hice con algunos adornos. Le llevé y le corté el trofeo.
El sexto rompió a bravo.
Carcelero lo hizo muy bien en el caballo peleando bien. Fue rompiendo, transmitió, se movió mucho y me dejó hacer esa faena con naturales que me quedo para mí. Tuvo emoción la faena y me quedé contento de que me saliera ese toro.
La faena decayó al final, ¿te pudo el físico al matar tres?
No, para nada, me sentí muy bien pese a la voltereta que fue mi error. Me quedé encima y le perdí la cara. A pesar de la voltereta el físico no me hizo nada de mella.
Acabó mirando a las tablas el animal.
Acabó con la cabeza a media altura y de repente pegaba miradas queriéndose meter en cada muletazo.
¿Cómo te reorganizas al ver ese cambio de comportamiento en el animal?
En décimas de segundo piensas. Te vas a por la espada y le cambias de terrenos. Lo que hice fue llevármelo a matadores para cerrar bien. El encaste Santa Coloma embiste pocas veces en número y por eso hizo eso.
Las tres faenas las mediste perfectamente, me encantó.
Tengo grandes asesores como Carlos Cancela y Jacobo Hernández. Me aconsejaron y he ido madurando tratando de matar en el momento clave. No hacer más de lo que es oportuno.
Gijón, Cenicientos, Colmenar… Embalado pero frenas en Collado Mediano, ¿qué pasó?
Así son las cosas. El primero tuvo sus virtudes pero fue muy débil y parecía que se iba a caer. Le fui llevando y pegué grandes tandas a medias alturas. Con la espada no estuve fino y quedó parado el animal. En mi segundo lo único que pude hacer fue un quite por gaoneras y dos estatuarios. El novillo fue agarrado al piso y le tuve que matar porque me lo gritaba la gente. Es mejor que la gente diga basta que no quiere pero con medida.
San Agustín e Ibán, por delante, casi nada.
Un bonito cartel en una feria que vi el año pasado como aficionado. Cartel importante con gran ganadería y una feria que hace las cosas muy bien
¿Te motiva más el tener la opción del premio del lunes?
Sí, es un aliciente el poder repetir y quedar triunfador.
¿Qué tal la relación con Diego García, compañero de cartel y escuela?
Buena, me ha tratado siempre como un amigo. Nos hacemos un toro, platicamos y es una buena y bonita relación
¿No piensas en por qué no Zacarías y sí Ibán a la hora de hacerse el cartel?
(Risas). Lo acepto, es lo único que tengo y eso pienso. Actuar y tener la cabeza enfocado en ello. Si empiezo a triunfar, primero Dios, ya llegará el momento de poder entrar en otras novilladas.