Hablamos con Frascuelo
Hoy hablamos con uno de los últimos románticos del toreo. Un torero de Madrid, del Madrid más puro, más de siempre, del duro y que sigue ilusionado con ponerse delante del toro. Un torero que alcanzó grandes éxitos y que luego fue reeditando hasta por encima de la lógica. Con él entendemos un poco más el carácter bohemio y artista de los toreros. Hablamos con Carlos Escolar “Frascuelo”.
¿Cómo lleva el confinamiento, maestro?
Lo llevamos mal hasta para entrenar. Me gusta entrenar todos los días en la plaza de Parla y el Ayuntamiento te pone problemas, la verdad es que para el toro son todo problemas siempre. La ilusión sigue siempre. Les he dicho que me van a joder pero que era capaz de denunciarles a la Comunidad de Madrid. La plaza está para entrenar y torear.
¿Cómo cree que va a afectar el virus al mundo del toro?
Ya le está afectando. Se han parado varias ferias, la economía va a estar jodida y es un reto que el taurinismo tenemos que echar para adelante. No tenemos sólo la pandemia, tenemos enfrente a gente pagada que ataca a la Fiesta y a todas las manifestaciones culturales. Son un grupo de analfabetos y habrá que acabar con ellos cómo se luchó en Filipinas.
¿Qué tiene que cambiar en el mundo del toro?
Lo que tiene es que cambiar la mentalidad, más romanticismo, menos egoísmo y más verdad a la hora de repartir las cosas para que esté repartido y esté en condiciones de organizar festejos, sobre todo para los novilleros y para todos los matadores, sean de arriba, el medio o de abajo. El toreo es una lucha diaria, los que están arriba lo tienen más fácil que los que estamos en medio a los que nos ponen más trabas por el egoísmo único de sólo querer ganar dinero.
Se necesita más verdad, imaginación, ideas y repartir esto de una forma más equilibrada. Los de arriba tienen que dejar más libertad para que se pueda entrar en todo tipo de carteles. Aquí todos somos figuras y eso hay que demostrarlo delante del toro, no con ventajas, con verdad.
¿Qué le parece que Madrid no quiera dar toros?
Es una excusa. Desconozco la empresa pero ellos van a ganar dinero, no a perder. Quieren ganar dinero en el mundo del toro cómo si esto fuera un trabajo de empleados y eso provoca que Madrid, que es una plaza de temporada, la quieren convertir en una plaza en la que haya menos festejos y ganen más. Ellos han dicho que son empresarios para ganar, no para perder.
Maestro, nadie quiere perder dinero en la vida pero si todos pierden, nadie dará toros.
Los toreros somos los más generosos y hemos sido los que más hemos sufrido delante de la cara del toro. Nadie nos obliga, te juegas la vida porque tienes la grandeza dentro de tu mente y tu corazón para que el dinero no sea lo primero, sea lo secundario. Si has elegido tu profesión es para expresar tu torería, tu romanticismo… el dinero compensa y ayuda para vivir, equilibra.
Lo que no puede ser es que hayan llegado al toro gentes sin escrúpulos para ganar dinero a costa de los matadores y los ganaderos. Esto debe estar de una forma equlibrada par que todo el mundo se pueda llevar su dinero haciendo las cosas bien, no con golfería.
¿No cree que los toreros tienen culpa de esto, sobre todo las figuras?
Las figuras están ahí porque se lo han ganado, unos con más verdad que otros. Están demasiado acomodadas y piensan que les den dinero y luego los demás se apañen. Todos debe hacerse de forma comedida, no puede ser que siempre sean los mismos. Si abriesen el cartel a toreros que quieran romper… Toda la vida así pero hoy se ha perdido la ética de las empresas y sólo se va a por el dinero manipulando a los toreros que están ahí.
Los toreros estarán manipulados cómo usted dice pero no se van de las casas grandes.
No sé si hoy en la empresa hay casas grandes, hay empresarios que han venido a poner un dinero para llevarse el doble. Les importa tres cojones que los toreros corten las orejas o no, quieren manipular a toreros y ganaderos para hacer lo que quieran. Esto hay que romperlo, que venga gente nueva con imaginación y con ideas para organizar un mundo que está obsoleto, manipulado asquerosamente hasta el punto que los públicos no quieren ir. Los toreros se hacen a base de ser manipulados.
Maestro, los toreros también son culpables.
Se dejan manipular porque esto está en mano de mercantilizados que quieren ganar dinero sin saber qué es un toro o un torero. Manipulan al torero o al ganadero para manejar los precios y exclusivizar a los toreros, los aficionados ven que es una manipulación mercantil, no manda lo taurino. Yo he estado arriba, en el medio y abajo pero lucho cada día por mi sueño. Quizás me dejé manipular cuando estuve en manos de Balañá o los Chopera pero ahora están manipulados de otra forma, se van de una a otra sin hombría. Para contratar a un torero hay que darle lo suyo, ver qué ganadería le conviene pero siempre con más verdad.
El problema es la falta de romanticismo necesario para meter a los aficionados a la plaza, estos no van porque no ven verdad, les están echando.
¿Se siente un incomprendido?
Sí porque no he tenido las oportunidades de otros pese a las cornadas que tengo en el cuerpo. No soy un rebelde, soy un torero que vive para torear, para estar preparado y matar lo que me pongan cuando me contraten. Soy un incomprendido maltratado por las empresas.
¿Nunca ha pensado en retirarse?
No, moriré siendo torero.
¿Nunca ha pensando en dejar de intentarlo?
No porque mi idea es seguir hasta que yo pueda pegar 15 pases a un toro cómo el que lo inventó. Yo he mamado lo de ser torero, nadie me ha obligado, lo he tenido difícil pero he tenido afición, afición, afición y ganas de ser torero.
¿A veces no es por encima de la lógica?
Es algo que todos no pueden entender.
Usted ha pegado esos 10-15 muletazos cómo el que lo inventó…
Lo que pido en el toreo es buscar la perfección en el toreo, su misticismo, y dónde se comprende que un hombre se olvida del cuerpo para torear como los ángeles. Busco el romanticismo en mi forma de entender el toreo en el que no todo es pegar pases o ganar dinero, es dejar la huella que han dejado las figuras.
Maestro, ¿cómo asume el que le alienten pero haya otros que le pidan que pare?
Te entiendo. Lo asumo con la verdad de que me alienta mucha gente cuando me ven y entienden que uno ha vivido sólo para el toro, para satisfacer a la gente que me ve. Eso me alienta a seguir, soy una persona activa, tengo los años que tengo y no me estoy cayendo de culo. Vivo para mi profesión.
Los años te van dejando ese poso, esa capacidad de torería de entender y comprender que hacer a un toro o una vaca en el campo. Eso me ilusiona, una ilusión verdadera y no mental, no estoy loco… de momento. Si me coge la pandemia y me pongo tonto no mandaré en mi corazón ni en mi mente.
Y en esa búsqueda de la perfección, ¿lo dejaría si pega esos 15 muletazos que usted busca?
Es la búsqueda de la perfección pero no porque pegue 15 muletazos a un toro voy a decir que me voy con mi verdad, seguiré porque puedo física y mentalmente. Cuando yo podría decir eso es cuando me falte la ilusión y cuando no me llene, cuando no piense, cuando pierda la afición lo dejaría, no es este el momento.
Comprendo a los compañeros que se han ido por sentirse vacíos, yo creo que puedo dar mucho más y ahí me siento incomprendido pero la afición me puede, el torear es lo que me hace feliz.
Usted me hablaba de Balañá y Chopera, ¿es tan difícil irse de una casa grande?
Nunca me he ido. La casa Balañá fue la que me descubrió, debuté con 19 años en Barcelona y venía de triunfar en Vistalegre y todas las plazas. A don Pedro, gran aficionado y taurino no reconocido cómo tal, le conocí en su esplendor y mamó todo al lado de su padre. Dejé la casa Balañá cuando me vino la casa Chopera para apoderarme. Se lo comenté a Don Pedro y me dijo que no me preocupara y que si la cosa no iba bien que volviera. Nos dejamos cómo amigos.
La Casa Chopera prescindió de mí cuando el toro me pegó una cornada en Bilbao y me dejó año y medio sin torear. Luego me fui a América, ellos ya tenían otros toreros, y se enfadaron por ese viaje aunque a mí las cosas en América me fueron muy bien.
¿De dónde le viene tanto romanticismo?
De mi padre, quiso ser torero pero le pilló la Guerra Civil y el hombre tuvo que desistir por lo difícil que es la vida. En la Guerra, si tienes suerte de sobrevivir entre fanatismos y envidias, la cosa es muy complicada. Los que hemos mamado esto y vivido el esfuerzo de esos mayores por ser toreros comprendemos cosas que los políticos de ahora no entienden.
Con el toreo no van a acabar ni los políticos, ni el clero, ni Soros, acabará cuando deje de ir la afición a los toros. Ahora bien, si se lo siguen prohibiendo lo mismo desiste pero no lo creo. El toreo será de minorías pero no acabarán con ello porque el pueblo español es grande y tiene memoria.
¿En qué momento el toro se convirtió en un negocio?
Comprendo que toda la gente quiere ganar dinero a costa de lo que sea. El torero es un hombre inteligente, experimentado a base de lucha y esfuerzo en su búsqueda de la perfección. Ha habido toreros que lo encontraron y eso es algo bello, se merecen monumentos. El toreo, que ha sido lo más grande en cultura, en tradición, en los hombres… Por eso en España se habla de ese machismo, no del de matar y pegar a las mujeres, de hacerse notar que el hombre de España es un hombre capaz de todo y así lo ha demostrado. Has podido leer la tradición guerrera y conquistadora del hombre español. En el toreo siempre ha habido romanticismo y generosidad con los demás.
¿Cuándo se perdió?
Cuando en el toreo entraron los mercantiles intrusos cogiendo plazas, engañando a los ayuntamientos con el único fin de querer ganar dinero. El toreo no es así.
Maestro, en esa búsqueda de la perfección de la que hablaba antes, ¿no se vació al conquistar Madrid?
No, yo debuté en Madrid en el año 73 siendo el único novillero que iba a la Feria tres tardes. En ese debut, con novilladas que eran corridas, con la vieja empresa de Madrid, sin cortar orejas triunfé. En el 75 confirmé con Cuadri, no la mataban las figuras, triunfé y pude salir muchas veces por la puerta grande. Todo torero quiere la puerta grande de la plaza más importante del mundo y lo conseguí con 57 años.
Buscas eso pero buscas dejar una huella, la perfección del toreo que nunca va a existir porque la perfección no existe y si existiera no sería real. Tienen que existir la perfección y la imperfección para que todos comprendamos que hay que seguir peleando y creciendo a base de afición.
¿Por qué no le abrieron hueco después de ese triunfo?
Tras ese triunfo vinieron otras cosas cómo que me cogieron los toros y perdí el hilo, esa temporada, de continuar. Nunca he elegido una corrida de toros y cuando me llamaban iba sin mirar. Nunca he sido capaz de exigir a un empresario para cambiar una corrida por otra. No es cuestión de fuerza y cambiar una por otra porque siempre he creído en la autenticidad, en el toro en puntas, en el toro sin manipulación. He estado en América con libertad de elegir por mis triunfos pero nunca he pedido a un empresario que cambien sus corridas. Muchos han elegido otras corridas. Lo mismo si lo hubiera pedido pero me lo hubieran dado porque todos los toreros deben matar todas las corridas.
No soy cómo Joselito el Gallo que fue el más grande. Cuando podía exigía buscando no engañar a nadie porque podía con todos los toros. Cuando había una corrida pedía cambiarla si no era justo con la afición. Fue justo con los compañeros pidiendo que pusieran a los compañeros que querían ser toreros. Ahora no, ahora se ataca al que molesta por ir con verdad y sabe torear.
¿Se arrepiente de no haber elegido?
No, siempre tuve la voluntad de poder con todos los toros. Empecé en las capeas y comprendí que si un toro estaba viajado había que poderlo a base de técnica y comprenderle. Si era capaz de hacerlo, ¿por qué no iba a salir si me gustaba torear y la emoción de la gente al verme? Es lo que uno ha mamado y son cosas que no van a ocurrir porque el toreo ha cambiado con las escuelas evitando los líos para querer ser toreros. Las escuelas hacen una gran labor y les forman cómo hombres y cómo personas. El toreo se tiene o no aunque te enseñen a coger el capote. Puedes ser un torero con técnica pero la técnica es para arreglar electrodomésticos.
¿Se arrepiente de haberse ido a América estando en los Chopera?
No, mi ilusión era torear. Esto ha cambiado y el que quiera ganar dinero en el toro debe hacerlo exponiendo y con afición. Yo me fui porque quería torear tras año y medio parado por la cornada que me atravesó el pulmón. Luché para recuperarme y quería enseñar a la gente que quería ser torero.
¿Le consta que le han vetado?
Sí, aquí y en América pero no te voy a decir nombres porque en su día se lo dije a ellos cara a cara.
¿Se arrepiente de algo?
De no haber sido capaz de salir a hombros todas las cincuenta y tantas tardes que salí en Madrid. Mi ilusión era triunfar e ilusionar a la gente que me iba a ver. Por eso me siguen queriendo.
¿De dónde salió esta forma de entender el toreo tan puro?
De mi padre. Esa idea me ha hecho sacrificarme toda la vida porque sin sacrificio no hay triunfos.
Su momento más feliz en el toro…
Ha habido muchos. El momento más feliz de un torero es cuando las cosas han salido bien, aunque no cortes orejas. El hacer feliz a la gente me ha llenado, eso me ha animado a seguir peleando para buscar la perfección.
¿El toreo es cómo una droga?
No es una droga, es algo que se te mete en la sangre. Es ese gusano de querer ser torero y te llena el corazón. Cuando te entras no te lo sacas, cuando me levanto quiero coger la muleta y la espada. Es un convencimiento que uno tiene en la mente y en el corazón, eso es más bonito que hablar de droga.
¿Una vida feliz en el toro?
Desde niño soñaba con ser torero y se lo decía mucho a mi padre. Le decía que quería ser torero para ser más grande que él y darle todo lo mucho bueno que él (mi padre) me dio. Se lo decía muchas veces y él se emocionaba.
¿Su padre es la base de su forma de entender la vida?
Sí, su forma de entender el toreo y la vida me llenaron y me entraron en mi corazón. Siempre he respetado a todo el mundo, siempre he pensado en lo positivo de todo y eso ha generado que tuviera una vida recta y llena de sacrificio.
Muchas gracias, maestro.
A tí por escucharme y entender que el toreo es mucho más que un oficio, es una forma de entender la vida, una filosofía.
Debo admitir que jamás les entenderé. Debo ser sincero y pienso que antes de hablar con usted pensaba en, quizás por seguridad, lo mejor es que lo dejara. Tras hablar entiendo que lo mejor para cuidarle es ponerle delante de un toro.
Te voy a decir una anécdota que quizás no conoces.
Yo conocí a un hombre con más de 60 años, 4 menos que yo, y le comprendí perfectamente porque tuvimos la misma vida pisando capeas y chapas buscando querer ser torero. Él me ganó al matarle un toro, ese hombre es El Pana. Le conocí en América y al venir a España nos entendimos, nuestra trayectoria es paralela. El público debe entender que no somos toreros ricos pero si ricos toreros porque lo hemos mamado desde que empezamos.
Le pude entrevistar y debo repetirle que hoy le comprendo más.
¿Has oído la expresión de que para entender a ese torero hay que ser de la cuadrilla?
Sí.
Pues te doy ese ejemplo. Ha habido grandes aficionados en el toro que han sido artistas y han seguido apasionadamente al torero para entender el misticismo del torero para jugarse la vida. Esa gente que entendía de verdad de cultura, no la de ahora.
Mi padre cantaba por Marchena y Pepe Pinto y le entendía más. Le decía “Padre qué bien canta usted” y él me dijo “no, eres tú que me escuchas mejor”.
El maestro madrileño deja una reflexión final.
Si hay alguno que me quiere “proteger” pidiendo que no toree por mi edad, les diría que se dejen de tanta protección y engrandezcan el toreo. Si me pasa algo te dejo claro que sé lo que hago y soy dueño de mi persona.
Esto es muy importante en tiempos en los que se arrinconan a los mayores.
Ojalá lo entiendan. El mundo del toro hay que verle comprendiendo al torero y entendiendo la filosofía y grandeza del toreo. Personas generosas que han dado su vida por ayudar, eso no lo quieren entender los políticos. Por eso siempre divulgaré la Fiesta con pasión. Eso sí, no todas las personas son tan inteligentes cómo para comprender el toro.