Hablamos con El Inclusero
Hoy hablamos con un torero que dejó la impronta del toreo clásico de siempre y que fue muy querido en Madrid. El Inclusero es un torero libre, independiente que se enfrentó a todo aquello que consideró injusto. Firme en ideas, política y convicciones con él hablamos de su carrera y de la situación del mundo del toro. De nuevo, cómo en la plaza, no dejará a nadie indiferente.
¿Cómo lleva el confinamiento?
Pensando y dando vueltas a la cabeza sobre todo lo que nos está ocurriendo. Es triste ver las tragedias que hay en las familias, primero por los fallecidos y segundo por la otra gran tragedia que es el hambre, espero que a todos los que lo necesiten les llegue su ayuda.
¿Cómo va a afectar todo esto al mundo del toro?
El mundo del toro debe reestructurarse por parte de los que tienen el poder. Cómo diría Gabriel Celaya, estamos tocando fondo. Necesitamos unirnos ya, dejar a un lado tanta disgregación o esto se va al garete.
¿Cree que esa unión es posible en un mundo tan desunido?
Por lo que veo es muy complicado. Lo que no se puede es atacar tanto a un Gobierno del que tanto necesitas.
¿Pero no cree que es lógico habiendo una parte del gobierno tan antitaurina?
La parte de Podemos es partidaria de una consulta al pueblo, eso es así pero el Partido Socialista no es antitaurino. Es lo que se ha elegido en las urnas.
Sí, pero es un peligro para el toro.
La sociedad está cambiando y es lo que hay en todo el mundo. Además se está echando a quién más defiende el espectáculo, al aficionado.
¿No cree que el ataque de Podemos viene por una Fiesta debilitada que nadie ha cuidado?
Más de acuerdo no podemos estar, han ido a lo suyo. Los poderosos no se han preocupado de nada, anda que se han molestado de crear un fondo para los que más lo necesiten. Han cuidado los poderosos de sí mismos, van a su apaño.
El maestro nos pregunta sobre qué se pide en los paseos y la verdad es que no lo sabemos. No sé si primero se pedía la ayuda para las cuadrillas y luego una excusa para no dar toros.
Totalmente Jaime. ¿Por qué no dan toros en plazas importantes ya en las que la reducción del aforo permite que entre mucha gente?
Creo que se busca el año en blanco.
Si eso pasa el espectáculo taurino se va al carajo. Madrid debe dar el paso para defender el toreo y si la empresa no se atreve, que de sitio a quién se atreva. Si no, la tan taurina derecha madrileña, que se haga cargo de dar toros desde Julio.
De momento callan, esperemos.
Lo que deberían hacer es callarse de otras cosas, cómo ha hecho el clero, de lo que llamaron “la paguita”.
¿Cómo controlamos a la izquierda antitaurina?
Estoy convencido de que el PSOE, pese a ser socios, les va a callar y darán un paso distanciándose de esa izquierda. Hace años la izquierda de Madrid, comunistas y socialistas, eran taurinos. Ha habido un cambio radical y es una vergüenza. Las personas que somos de izquierdas estamos avergonzados cuando vemos que la izquierda no defiende el toreo.
Los otros han tenido la ocasión de blindarla, la Fiesta queda muy sola.
La derecha madrileña debe cuidar a la gente que no tiene para comer en el toro, no debe ponerse enfrente de lo que ellos llaman “la paguita”. Una vez arreglado eso, vendrán las urnas.
El problema es que la izquierda se ha subido a un tren en contra de una Fiesta que se ha alejado de la gente por su falta de cuidado.
Los poderosos del toreo no han cuidado nada, han ido a su interés. Estamos ante un espectáculo que es muy caro, las cargas económicas deben ser solucionadas ya. No puede ser que ellos, en vez de trabajar, esperen que sea el pueblo, a base de paseos, el que les de todo hecho.
Siempre he pensado que si el toreo fuera un lobby fuerte la izquierda ni la miraba.
Sin duda. También hay que ayudar a los empresarios de los pueblos que son el sostén de esto, pero las figuras empresariales y toreras están muy a gusto con todo como está. Los empresarios no dan una novillada y las figuras se benefician porque no hay competencia, así se tiran 20 años ocupando los puestos de arriba. Hay una excepción como Aguado pero poco más.
Ellos vivirán bien pero la realidad es la que es y el COVID 19 ha enseñado la debilidad.
No entiendo su comodidad. Parece que sólo quieren ganar dinero y no defienden a un espectáculo como es el toreo que es tan vocacional. Sólo quieren llevarse el dinero, no miran al futuro, y tampoco se lo van a poder llevar porque no va a haber para nadie.
¿No cree que hay un entramado de todos?
Sí, me molesta mucho. Los empresarios manejan cuadras, son empresarios y ganaderos. Son un grupo mafioso que evita que se mueva nada salvo que algún chaval reviente todo y se la tengan que tragar. El que se mueve, no sale en la foto cómo se suele decir. Los toreros locales no están en ningún sitio porque las “cuadras” dominan todo y no les dejan entrar en los carteles.
¿Esta práctica es nueva o ha existido siempre?
En mi época había un grupo importante de empresarios y si regañabas con unos tenías otros empresarios con los que poder torear. El tema de las cuadras viene de hace unos 30 años. Estos “grandes pensadores” se han cargado todo con el beneplácito de muchos al micro y en el periódico. Estos rufianes han tocado a muchas personas para que se callaran y así estamos cómo estamos.
¿No cree que esto ha coincidido con la muerte de Manolo Chopera?
Don Manuel era un fenómeno. Con él podías discutir, las hemos tenido, pero te atendía siempre, te regañaba, era como un padre taurino. Te decía a las claras si habías estado bien o mal y te hacía torear o no pero se enfrentaba con las figuras. Hizo sus pinitos como apoderado también pero era de otra forma.
Hay empresarios que en sus plazas lidian 2-3 veces sus corridas y con sus toreros. Los ganaderos también tienen culpa porque callan y otorgan, no defienden nada.
Aparecen tras su muerte nuevos empresarios con una fuerza inusitada.
Aparece una mafia que hace y deshace desde el teléfono, no conocen más que a sus toreros. Esto es de juzgado, de denuncia y los chicos que comienzan se callan, todo queda en un silencio terrible. Hay que limpiar esto, dando la cara y eso beneficia a los toreros.
Veo poca solución cuando todos van de la mano.
Todos es todos, el castellano es así de directo y se entiende perfectamente. En el toreo cada uno va a lo suyo. Las figuras quitan a un torero local o a uno que arrea porque están protegidos por el grupo de inmorales que domina el toreo. Eso sí, los culpables de que dominen todo eso son los toreros.
Hablando con un amigo empresario, Evaristo Olcina, me decía que su abuelo había podido anunciar a toreros más modestos con las figuras y ahora es imposible.
No se puede. Hay un grupo de toreros que pertenecen a casas, como ésta de Salamanca que son gente inmoral, y ahí no puedes entrar. Si no entras a ese grupo no entras en las ferias importantes y te quedas en sitios en los que la gente no te mira. Las figuras lo tienen perfectamente organizado y se callan ante sus jefes. Eso mata al toreo.
Usted pasó por momentos así.
Yo me enfrenté a Manolo Chopera y a los Lozano. Si la plaza no tiene los espectadores requeridos somos los primeros que nos ceñimos a los gastos y nos vamos. Si el cemento está cubierto yo quiero dinero, defiendo mi parcela porque si te callas ya no eres torero. Yo he tenido problemas con Manolo Chopera y los inmorales hermanos Lozano.
¿Eso se convierte en vetos?
Sí, estuve 4 años sin torear en mi plaza, Madrid. Los Lozano me dijeron que no volvía y no volví. Luego se hicieron cargo de Alicante, tenía yo mi cartel, y me arrojaron al olvido.
¿Por qué?
Por pedir mi dinero. El apoderado me venía con el dinero y era para los gastos y poco más. Le dije que les devolviera el dinero porque eso no era lo mío. En una hora tuvo que hacer tres viajes a la plaza desde el hotel. Al final se solucionó y me quedó un millón libre, hasta que no me lo dieron no paré. Era una feria de San Isidro, un lugar que tiene taquilla y en la que te la juegas. Si hay público quiero mi dinero.
Cuando a usted le pasa eso, ¿nadie le apoyó?
Nadie salvo algún crítico taurino que me había visto y confiaba en mí como Zabala, Vidal, Emilio Martínez… Ellos podían escribir lo que veían pero el silencio de los demás fue total. En provincias no te defiende nadie, el mundo del toreo es maravilloso pero puede ser desagradable a la hora de solucionar los problemas de los toreros.
Las figuras no tienen un sólo problema, a ellos los políticos les reciben, pero no se piensa en el torero que lo pasa mal.
¿Usted cree que hay periodistas a sueldo de las empresas?
Sí. Lo viví y tenías que anunciarte en su periódico. Recuerdo el diario Informaciones, salía por la tarde en Madrid, y había un periodista que escribía una crónica y no me lo explicaba. El apoderado me dijo que le había pedido 25000 pesetas. Se las pagué y la siguiente crónica cambió y me hizo una entrevista. Creo que eso no ha cambiado mucho.
Gracias a Dios hay aficionados que tienen palabra, como es usted, y escriben lo que piensan. Por desgracia ves otros portales en los que no sabes qué corrida han visto.
¿Sus ideas políticas le han costado rechazo de sus compañeros?
Sí, de mis compañeros y de los empresarios. Hay aficionados que me dicen cada cosa… Aguanto todo pero a estas alturas no voy a cambiar. Siempre diré lo que he vivido y siempre “palante”. Siempre voy a defender al de abajo y al de arriba cuando lo merezca. Hay que ayudar a los toreros a los que el poder margina. Habría que acabar con esta mafia y ponerse delante del espejo de Francia. Allí hay dinero para todo el mundo y hay personas que defienden el toreo.
¿Por qué no le hicieron hueco en los buenos carteles tras triunfar fuerte en el verano madrileño?
Las intrigas que hay en los despachos, por toreros y empresarios. A mí me quitaron porque me veían peligroso para lo suyo. Me he enterado de varios toreros que han hecho eso porque en una intriga siempre hay testigos. Tengo familia y no voy a perder la cabeza. Un día me llamó Manolillo Valencia diciéndome que Esplá me había quitado de un cartel y le iba a partir la cabeza, le tuve que frenar. Eso fue una concurso.
En el toreo hay tantos hijos de puta, su madre santísima, eso sí… En San Isidro me contrataron para Beneficencia, no habría estado mal. Me contrató Joaquín Tejeiro, comunista, llevaba la plaza de toros. Eso salió publicado. Eso sería el año 85 del siglo pasado pero va trascurriendo la Feria y otro paisano mío, Manzanares padre…
Me llama Joaquín Tejeiro, mi representante había cerrado el contrato de trabajo de palabra, y me dice que me va a compensar en otras corridas pero que me tenía que quitar del cartel. Le dije que eso no era digno pero me dijo que tenía Manzanares que matar la corrida de Samuel porque había echado mala la feria. Me di cuenta que fue un complot entre varios, el ganadero era amigo de ellos. Lo vergonzoso fue lo de Tejeiro porque se bajó los pantalones ante el poder empresarial. Un hombre que debió dignificar aquello y trascurrido unos años ingresó en prisión por cuestiones raras, de chanchulos políticos.
¿Usted no tuvo la opción de irse a una casa grande?
Yo estuve meses con el más decente de los Lozano, Manolo, y le mandé a paseo porque no veas como era su bolígrafo. Luego estuve con Luis Alegre, socio de Barceló, que era más que un amigo. Tuve a Guillermo Martín, banderillero del maestro Bienvenida, dos años. Con los apoderados no he tenido buena relación (risas).
Maestro, usted dejó impronta del toreo clásico de siempre en Madrid. ¿No le molesta que eso se haya olvidado y le traten de “loco”, “comunista” despectivamente…?
Me tengo que reír porque en el mundo del toro hay un montón de profesionales de derechas. No me entra en mi mente viniendo muchos de ellos de lugares complicados, muy humildes.
Ahí le voy a contestar cómo El Niño de la Capea. Él salió de un hogar humilde y no entendía cómo la izquierda no deja que prosperen los humildes cómo él hizo y ataca al toreo.
La izquierda extrema. El socialista es un gobierno de centro izquierda, no es izquierda pura. Estoy con Pedro (Capea) pero el Gobierno no debe echarte un cable. Debes exigir lo que merezcas, eso sí. Pedro es de las personas más limpias que he conocido en el toreo. Estará disgustado cómo ganadero.
No, está disgustado cómo torero.
La sociedad está cambiando. Hace años llevé a mis nietos a una becerrada y me tuve que salir porque no puedes matar un becerro tan pequeño delante de los niños, creas antis. Los socialistas, eso sí, deben mostrarse cómo gobernantes de todos, deben echar la “pata palante” y defender al toreo porque si no les puede costar hasta el Gobierno.
Pero si una parte del Gobierno te asfixia es normal que mires al otro lado.
Es un contrasentido estar en contra de un Gobierno que necesitas. Hay que cuidar a los banderilleros y picadores humildes. Hace falta ayuda para los de abajo.
Insisto, esas críticas son lógicas cuando la ayuda pedida no te la dan.
Eso hay que verlo Jaime. La Fundación se ha querellado contra Enrique González, funcionario y director de la SEPE de Sevilla, pero no está echando para atrás sólo a los del toro. Está tirando para atrás las ayudas porque falta documentación, se lo está haciendo a todo el mundo. La querella me parece bien, todos deben ir allí para que tengan la paga que merecen. Hay que manifestarse en el SEPE, no por la calle pidiendo toros. Lo primero es comer, no el toreo. ¿Quién miente? ¿El Gobierno o la Junta de Andalucía?
Creo que la gente se ha movido ahora, que la idea no era dar toros.
Claro, ahora han tenido miedo. Recuerdo una época en la que los conductores de la EMT estuvieron de huelga 2-3 meses. Fue la huelga más larga de la historia de España. Pasados los años nos enteramos que el futbolista alemán Paul Breitner les ayudó a aguantar pasando dinero. El toreo no hace eso, no ayuda nadie sin que nadie se entere. Ayuda José Tomás pero se tiene que enterar todo el mundo y eso no es así.
Aunque sea con público están ayudando deportistas como Nadal y Gasol, en el toreo…
Nadie ayuda. En el toreo domina la inmoralidad de los poderosos con los toreros como culpables. Si los toreros fuesen conscientes plazas como Talavera daría más festejos.
Esta situación, ¿no cree que está desmontando el mantra de que no hay subvenciones? Ahora que no las hay no salen las cuentas.
Eso es. Si en el pueblo hay alguien que pasa hambre o les echan de su casa, las subvenciones para ellos. Si queremos toros que sean becerradas o sin caballos, sobre lo que hay, pero sin que nadie esté pasando hambre. Mientras el pueblo pase penurias, lo primero es lo primero.
Voy terminando. Le hemos visto con los chavales de “Se hará lo que se pueda” apadrinando su Bolsín que en su segunda edición se celebrara el mes que viene.
Son una panda de locos maravillosos y grandes aficionados. Me llamaron y dijeron que pondrían mi nombre al Bolsín. Tienen figuras para hacerlo y lo han hecho con mi nombre, se lo agradezco. Les quiero dar las gracias de que me consideren. Me han llamado para el próximo tentadero que harán en Julio y hacen lo que pueden, como su programa indica, para ayudar a chavales que tienen condiciones en ese rincón maño. Ojalá hubiera muchos cómo ellos.
Acabamos, un torero libre.
Por encima de todo.