Hablamos con Carlos Ochoa “Queremos crear un movimiento nuevo”.
Foto: Mundotoro.
Hablamos con Carlos Ochoa a horas del inicio del estado de alarma en España. Comenzamos deseando que esto acabe pronto y la vida continúe lo mejor posible tras este desastre que nos asola. Con él dialogamos acerca del gran paso dado este año convirtiéndose en apoderado de Gonzalo Caballero. Un paso valiente, torero, de un diestro que nos dio muchos momentos buenos en la plaza y que sigue con ese estado de ir de frente que siempre le acompañó.
¿Por qué decidiste dejar de torear?
Fue un cúmulo de circunstancias que se juntaron en ese momento que me empujaron a tomar esa decisión.
Dijiste que no te veías capaz de cruzar la línea.
Lo que más me afectó, en un alto porcentaje, fue la muerte de Víctor Barrio y luego se juntaron otros factores que ayudaron a tomar la decisión.
Hablamos de tu retirada y tienes una insultante juventud.
22 años.
No has dejado de estar en contacto con el toro.
Sobre todo disfrutar de las ferias, viajar por toda la temporada taurina, acompañar a Gonzalo al campo y a las plazas. También acompañaba a otros amigos a sus fechas.
¿Seguías toreando en el campo?
Bueeeno, de vez en cuando se escapaba algo (risas).
Una de las últimas veces que te vi de luces fue en Villaseca. Un año después de merecerte el Alfarero no te vi al mismo nivel con la de Ibán, ¿ya tenías en mente dejarlo?
Ya se me pasaba por la cabeza, sí.
¿Cómo lo tomó tu entorno?
Es una decisión que es muy personal y, como tal, debe ser respetada. Dicho esto, como es lógico, la mayoría se alegraron.
Entremos en tu relación con Gonzalo, ¿cómo os conocistéis?
Hace muchísimos años. Cuando empezamos a querer ser toreros los dos yo tenía 12 años y él tenía unos 16-17. En la Escuela Taurina nos conocimos.
¿Al dejar de torear te imaginabas de apoderado?
No, no, no. Jamás se me pasó por la cabeza. De hecho yo no quiero ser apoderado, soy apoderado de Gonzalo Caballero y cuando acabe con él, terminará mi faceta de apoderado. Lo tengo clarísimo.
Al dejar los toros te vi en el tema de las relaciones públicas.
Sí, cuando lo dejé empecé en temas de relaciones públicas y, sobre todo, de eventos propios. Algunos de estos eventos destinados a fortalecer el tema jóvenes en los toros en la Plaza de Las Ventas.
¿Qué tiene que ver esa faceta en las relaciones públicas con el apoderamiento de Gonzalo?
Son cosas distintas pero se pueden compaginar. Se echan de menos, por parte de los jóvenes, iniciativas como las que pensamos realizar. Tenemos una ambición muy grande para acercar el toreo a la juventud y ayudarles para que puedan disfrutar del toreo, aprender de él y sentirse partícipes.
Estas iniciativas despertaron quejas por el comportamiento de alguno de los los jóvenes quejándose de botellones, ruidos…
Jaime, aquí no llueve a gusto de todos nunca. Desde el respeto y la admiración que todos tenemos al toreo se pueden hacer cosas maravillosas con la gente joven sin llegar a esos extremos.
Es curioso que los cubatas caigan por los tendidos también pero no se miran tanto como a los jóvenes. ¿Cómo hacer ver a esos “quejosos” de la necesidad de los jóvenes?
Esa gente que dices ama la fiesta de los toros y, por tanto, querrán que la fiesta de los toros tenga futuro, algo para lo cual se necesita gente joven. Lo que harán, por tanto, es apoyar este proyecto que busca acercar el toreo a los jóvenes. Si no ayudan, por lo menos no pondrán pegas.
Todo está fraguándose, no te puedo decir más, pero habrá proyectos novedosos que todo el mundo va a apoyar.
¿En qué momento te dice que le apoderes?
Fueron circunstancias que nos empujaron a los dos a tomar esta decisión. Nos daba un poco de tristeza ver cómo estaba el toreo, con un sistema tan cerrado, y nosotros tenemos ambición de hacer cosas buenas, nuevas, distintas… No sé si regeneracionales pero sí de futuro. Sabíamos que podía ser visto como una locura pero no somos tontos, lo hemos hecho todo de tal forma que la locura no sea tanta.
¿Cómo te han recibido las empresas?
Bien, cuando tú vas de frente, por derecho, y con respeto queriendo defender los intereses de tu torero te tienen que responder bien y así me he sentido. No soy nuevo en esto, tú lo sabes, y me he sentido bien tratado por las empresas sabiendo que cada uno defenderá lo suyo.
¿Cómo es vuestra relación en el campo?
Nuestra relación es estrecha, de día a día. En los tentaderos hay compenetración máxima, enorme, y hay veces que nos entendemos con una mirada.
22 años tú y 27 Gonzalo, ¿no es echarse el mundo por montera?
No es rebeldía, es mostrar que en ningún ámbito de la vida hay que mostrar miedo a lo nuevo, ni miedo a rejuvenecer. ni a tener ambición. Haciendo las cosas bien y teniendo el aval de Gonzalo, con lo que se han ganado sus cojones en la plaza, no debería ser muy difícil rentabilizar en los despachos lo que se ha ganado en la plaza.
La unión nuestra va más allá del apoderamiento. Queremos rejuvenecer esto, crear una nueva corriente social y eso lo vamos a lograr. Queremos crear un movimiento nuevo.
Para ello no deben estorbar las empresas.
Partimos de que Gonzalo estuvo entre 6-8 minutos muerto en la Plaza de Madrid arrancando una oreja el 12 de octubre a un toro nada fácil. Esto debe rentabilizarse en contratos y por ahora me han tratado bien las empresas contando con el aval de Gonzalo. Con la justicia de las empresas, el aval de Gonzalo y mi trabajo y ambición creo que lograremos algo muy bonito.
Finalizamos hablando con el deseo de que las cosas vuelvan pronto a su cauce. En mí queda la sensación que en Carlos siempre habrá un gran torero pero, sobre todo, un hombre valiente.