Gran espectáculo de La Quinta. !! ESTO SÍ ES VILLASECA !! (Crónica Villaseca de la Sagra 5 Septiembre)
Cerca de las nueve de la noche el mayoral de la ganadería de La Quinta daba la vuelta al ruedo de La Sagra aclamado por cientos de aficionados felices. Tras la salida a hombros de Diego San Román una atronadora ovación hizo que tuviera que salir a saludar pero no fue suficiente. Villaseca quería homenajear, con razón, a quién tanta felicidad les había dado con un encierro para el recuerdo.
Arrancó el Alfarero de Oro con una novillada seria, cuajada pero guapa que ofreció el trofeo a los tres actuantes.
Arrancó Rafael González con una faena tediosa, lineal y sin alma ante un novillo de clase de la vacada sevillana. Al toledano se le vio pasado, frío y sin la entrega de otras tardes. Con la espada, mal.
El segundo de la tarde fue para un bisoño Ignacio Olmos. No se le puede pedir más a quién da todo y el moracho, muy arropado por su parroquia, lo dio. El problema es que ese todo no fue suficiente para un animal exigente al que plantó más batalla en ideas que en formas. Lo más preocupante fue la forma tan abrupta de acabar la faena al sentirse podido por el animal. Con la espada, mal. SILENCIO.
La tarde tuvo un momento álgido con el bravo tercero. El mexicano Diego San Román planteó una guerra sin cuartel sabedor que el triunfo sería imposible. Le dio igual, apostó por lucir al animal ofreciendo una bellísima disputa a todo o nada en el que tragó con mucha verdad. Cuando pudo con el cárdeno la plaza rugió porque todo se hizo muy por derecho. Se tiró a matar y cortó una más que merecida OREJA. La ovación al toro, atronadora.
En el cuarto vimos el episodio más tristón de la tarde con un novillo soso y un novillero que alargó, entre pitos, sin sentido su labor. La despedida de la plaza en la que debutó, no de la manera adecuada, fue tan gris como aquella inoportuna tarde estival. SILENCIO.
Ignacio Olmos cortó una oreja al quinto tras ligar una tanda de derechas. De nuevo volvió a dar todo hasta que comprobó que no podía con el novillo y su labor fue premiada por un bondadoso público al matar con eficacia. Cada vez tengo más claro que el mérito del chaval es su hambre pese a sus infinitas carencias, muchas de ellas lógicas. Las voces del callejón ya son un tema perdido. Está pasando por trances que le quedan grandes, necesita rodarse, y su sensación de estar a merced a veces ayuda pero otras da mucho miedo. OREJA CON PROTESTAS.
En el sexto Diego San Román cortó una merecida oreja tras bordar el toreo a la verónica y lucir al novillo en el peto. El animal fue a menos pero Diego ya había hecho su parte con un extraordinario Tito Sandoval. Villaseca premió esto y el valor y cabeza suficientes para lograr el trofeo. Por la faena no pero por el conjunto, indiscutible. OREJA.
CLAMOROSO TRIUNFO DE LA QUINTA CON UNA DE LAS MEJORES NOVILLADAS LIDIADAS EN LA HISTORIA DEL ALFARERO DE ORO. GRAN NIVEL DE DIEGO SAN ROMÁN FRENTE AL ENTREGADO PERO LIMITADO OLMOS Y LA TRISTONA TARDE DE RAFAEL GONZÁLEZ.
Cuando me preguntan qué tiene Villaseca, al margen de dos grandes amigos, tengo claro que tardes como las de hoy hacen innecesarias cualquier explicación. Villaseca es, casposo aparte, esto.