Frascuelo, con dos detalles, marcó la diferencia (Fuentidueña 24 Noviembre)
Dos detalles de Frascuelo fueron lo más destacado del III Tentadero Benéfico de Fuentidueña de Tajo, celebrada aen La Ribereña, este año a beneficio de la Asociación Nacional de Esclerosis Tuberosa. Fue la propia entidad la encargada de recoger los 5 euros de la entrada evitando así cualquier mala interpretación.
Se lidiaron cuatro vacas de José González de correcta presentación pero de nulo juego. Así se dificultó mucho cualquier tipo de atisbo de lucimiento.
Abrió la mañana Frascuelo queriendo encajarse de capote ante una vaca muy mansa. El madrileño hizo lo que pudo probando de todas las maneras y en todos los terrenos a un animal que esperemos que ya vaya camino del matadero. En la vaca de Justo dejó una soberbia media que dejó patente que, con poco, se puede marcar diferencias todavía.
Adrián Centenera, de tapia, no pudo hacer nada.
Álvaro Justo volvió a ponerse delante del público y lo hizo con mucha entrega. Su vaca, nula como todas en el peto, repitió algo por el pitón derecho y allí llegaron dos tandas ligadas. Por el izquierdo el animal se negó buscando el pecho y saliendo suelta. Álvaro lo intentó con profesionalidad antes de dejar a un voluntarioso Álvaro Chinchón que nada pudo hacer empeñándose en el pitón equivocado y a un Adrián Centenera muy tosco.
Francisco de Manuel hizo más público el mal juego de las vacas tras templarse con el animal que le cupo en suerte en toreros doblones. El madrileño se puso con su indudable capacidad viéndose impotente para hilvanar algo bonito ante una vaca tan mala.
Tras él, Juan Antonio Cavas no pudo hacer nada.
Como algo novedoso, no aquí, actuó el rejoneador Francisco José Alcázar mostrando buena doma y mejores monturas ante una vaca horrenda que por lo menos se movió.
Picó Juanjo Leiro.
En los prolegómenos, narrados por José María Vivas, pudimos disfrutar del baile con el grupo . Tras ello pudimos comprobar como el pueblo se había volcado con paellas, calderetas, rosquillas y preparativos que movilizaron a todo el pueblo.
Abrió el grupo de baile Sakamargo con dos piezas muy taurinas.