Emilio de Justo vuelve apuntando aún más alto (Crónica Barcarrota 30 Marzo)
La vuelta de Emilio de Justo tras la cogida de Vistalegre que le impidió torear en Olivenza o Valencia se ha saldado con una muy buena imagen. Su faena al novillo de Garcigrande ha sido la clara muestra que el de Torrejoncillo ya ha superado al toro medio, el toro que separa a las figuras del resto.
Un entradón en la plaza de toros de Barcarrota a las 17:30h era el claro síntoma del éxito del festival taurino con picadores programado para hoy. Para el que no conozca la plaza decirles que es una belleza a la que no le acompañan unas buenas salidas, algo que ha hecho un caos la huida tras la lluvia.
Abrió la tarde Leonardo Hernández ante un gran novillo de Los Espartales. El rejoneador pacense arrancó fallón a la hora de clavar. La faena tuvo momentos de interés galopando a dos pistas pero sin coger el vuelo debido por ciertos fallos con los aceros. Leonardo no se dejó nada ante un novillo que le permitió coger sensaciones. La muerte tan fulminante del animal ayudó a un doble trofeo muy generoso. DOS OREJAS.
El Fandi sorteó al mejor novillo de la tarde, un animal al que pareció querer perdonar la vida. El granadino estuvo mal, soso con los palos y muy vulgar en la muleta. El del hierro salmantino tenía más de lo que sacó un torero frío que solo apretó, a su estilo, al final. La faena fue muy larga pero tan lineal que pasó de la leve petición de indulto a una oreja poco pedida. OREJA.
Emilio de Justo era el torero más esperado de la tarde. El cacereño recibió con mucho gusto a su novillo despertando los olés más rotundos de la tarde. En el quite se vio la condición mala del animal por flojo y bruto. La media del torero marcó mucha diferencia con los compañeros de cartel. Tras un tercio de banderillas muy pobre arrancó su faena con la gente pendiente de la tormenta que amenazaba. De Justo arrancó firme toreando para el toro alargando sus embestidas. Logró, con temple, que las series fueran limpias enseñando poder y mando. Por el izquierdo siguió el buen tono de la faena en una labor muy seria, de recuperar sensaciones. El toro medio, el que quita, quedó dominado. El final de faena, cuando quiso dejar un final más adornado, enseñó lo bruto del animal y el mérito de una faena tan limpia. Un pinchazo precedió a una estocada entera que le valió UNA OREJA y una aplaudida vuelta al ruedo. Sin duda, un día para recuperar sensaciones y para esperarle aún más.
José Garrido saltó a la arena ante un diluvio inesperado. El cacereño dejó una gran verónica y poco más. Con la gente huyendo por los tendidos solo puso unas ganas demasiado aturulladas ante un animal de poco lucimiento. OREJA.
Ginés Marín toreó a plaza casi vacía ante un insoportable diluvio y mucho aire. El pacense estuvo entregado, ambicioso, dando todo por la vía más popular que torera con el mérito de no poder dominar la muleta pero dar la cara. Abundaron las rodillas en tierra y los molinetes con la poca gente que quedaba entregada. Un pinchazo precedió a una estocada trasera. DOS OREJAS.
Juanito dejó una carta de presentación con el capote muy entregada. Pese al frío y el diluvio que había vaciado la plaza no se guardó nada haciendo su papel de novillero. Hubo de todo pero la gente lo agradeció otorgándole las DOS OREJAS.
EXITOSO FESTIVAL EN BARCARROTA MARCADO POR UNA INESPERADA Y DURA TORMENTA. BRILLA LA SERIEDAD DE UN EMILIO DE JUSTO REAPARECIDO Y EL HAMBRE DE GINÉS.