El Rafi “Para ser reconocido en Francia tienes que triunfar en España”.
El año pasado, en el Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, hubo poca discusión acerca del triunfador. Desde la primera ronda el nombre de El Rafi sonó en la boca de todos los que presenciamos el certamen salmantino. Pues bien, los pronósticos se cumplieron, y el galo entró con fuerza en el escalafón con caballos. Este año ha triunfado en plazas tan importantes como Valencia imponiéndose a Borja Collado y Miguel Polope en una demostración clara de carácter y ambición. En Villaseca de la Sagra buscará el Alfarero de Oro ante las reses de Baltasar Ibán.
El año pasado estuviste cerca de ir a Villaseca.
Sí, pero Victorino me dijo que no tenía la experiencia suficiente como para medirme a sus novillos de Monteviejo.
¿La viste?
No pero sé que salió muy complicada.
¿Crees que acertaste al no ir?
Queríamos ir pero hicimos caso al consejo de Victorino. En principio la novillada no iba a ser tan fuerte como fue y aceptamos lo que él dijo.
Este año te mides en La Sagra a Baltasar Ibán.
Es una ganadería histórica, con trapío y con cualidades para dejar a los toreros expresarse. En Arnedo, por ejemplo, Adrien Salenc le cortó tres orejas y ha habido muchos toreros que han triunfado con ella.
Lleva varios años triunfando en Villaseca, buena señal.
Sí, es uno de los motivos por los que vamos con ella. Sabemos que la afición de allí disfruta con Ibán y creemos que va a salir buena y que la gente lo va a agradecer.
Vamos hacia atrás, ¿por qué llegas a la Escuela de Salamanca?
Llevaba cuarenta novilladas en el Centro Francés de Tauromaquia y, sabiendo que debutaría con caballos en Arles, pensamos que nos vendría bien pasar ese invierno en Salamanca. Me fui con la escuela y me inscribieron en el Bolsín. Este año, sin estar ya en la escuela, también me he preparado allí.
Arrasaste.
Era mi última etapa de novillero sin caballos, ya llevaba cuarenta y tenía experiencia y ganas. Era la primera vez que salía de casa. Había llegado a casa del hermano de Juan del Álamo en noviembre sin conocer a nadie. Al entrar a la escuela debía demostrar a los profesores que tenía mi sitio. Cuando me dijeron que me habían metido en Ciudad Rodrigo sabía que tenía que ir a ganarlo. Siempre que he ido a las clasificatorios quería destacar. Para un francés ganar un bolsin en España es algo muy grande. En Francia he toreado bolsines y han ganado españoles. A veces gusta en Francia lo que viene de fuera y por eso me llenó ganar en España.
Pues en un año debo felicitarte por tu perfecto español.
Hacíamos estancias con la Escuela en España para matar toros. Siempre quise ser torero y yendo a Nimes aprendí a hablar español. Leia revistas taurinas, las crónicas, y no me costó aprender porque siempre me gustó estar relacionado con el toro. Me quedan cosas pero el invierno en Salamanca me ayudó mucho.
En España vemos el gran número de novilladas que se dan en tu país para franceses como algo importante en el hecho de que salgáis tan buenos toreros y novilleros.
En España hay más campo que en Francia. Cuando me quedaba allí podías tentar alguna o vaca o ir a alguna tapia pero no tiene nada que ver. En España hay más cultura de tapia y con la Escuela de Salamanca tentaba cada semana. Novilladas con caballos tampoco hay demasiadas, como en España, pero eso creo que es por la época en la que estamos.
Sí, pero ahora no llenan las novilladas diestros españoles como sí pasaba con los Chamaco, Jesulín, Caballero…
Hay más toreros franceses que nunca. Somos también más novilleros con caballos que antes y los organizadores montan carteles franceses porque gustan a la gente y porque hay que proteger a los franceses como hacéis en España. Es cierto que hay novilladas francesas pero también internacionales como en Nimes dónde toree con De Manuel y San Román. En Arles o Mont de Marsan hicieron novilladas con franceses, eso es bueno. Antes era más difícil, decían que había que tener sangre española para ser torero. Esto ha ido cambiando con figuras francesas como Sebastián Castella.
Esa protección os forma, más incluso que a los españoles.
El toreo no es cuestión de nacionalidad, es del que aprieta y tiene condiciones. El que cumple eso puede llegar a lo alto. Está claro que los carteles con franceses hacen que te formes más pero yo, aunque soy un orgulloso francés, toreando me considero como El Rafi, con mi personalidad.
Una personalidad, la francesa, normalmente fría.
Hay toreros franceses que no son fríos. Lo que pasa es que somos menos que los españoles, tenéis más variedad. Al haber menos de mi país se generaliza. Castella es un poco frío y, como es figura, se fijan en él para generalizar. La cultura, eso sí, es distinta. Vosotros tenéis una cultura más caliente, de fiesta y en Francia la afición es más reservona.
A tí toreando no se te ve frío.
Toreando no lo soy pero mi personalidad sí lo es. No me gusta exagerar nada, quiero dar a las cosas su justo valor. Tengo mi personalidad y si llego a la gente, encantado, pero no me gusta llegar por la vía de la exageración.
Yo te definiría como sobrio.
Mi base es clásica, de toreo puro. Sigo el modelo de mi maestro Patrick Varin. Hay que apostar y arrear, es el deber de los novilleros, pero siempre sin dejar mi base clásica. Me gusta relajarme y lo más bonito para mí es un gran natural o una bella trinchera.
¿Por qué Tauroemoción como apoderado?
He estado mucho tiempo en casa de Victorino, en su tapia. Él es muy amigo de Alberto y se lo dijo, le dijo que tenía condiciones y Alberto quiso verme en Nimes, en la Vendimia. Lo hemos hablado, él quería a un joven novillero y yo abrirme las puertas de España. Estoy muy contento de estar en la casa de Tauroemoción. Alberto es una persona muy buena.
Compartiendo tiempo con Emilio de Justo.
Le conocía de antes de Tauroemoción. Como sin caballos estuve en casa de Luisito en Sanlúcar para entrenar. Cuando le conocí no toreaba tanto como ahora y lo que está viviendo ahora es normal porque se lo ha luchado. Es una gran persona.
Emilio es un ejemplo de torero al que Francia abre las puertas y que luego las revienta en España. Un ejemplo de torero arriba en ambos países.
Claro. Mi idea es ser figura del toreo sin importarme el país. Tengo que hacerme un hueco en España y lo estoy haciendo. Quiero demostrar en España que hay un novillero francés y eso me ayudará a torear en Francia. Hasta que no sea reconocido en España no lo seré en Francia. Mis paisanos esperan que uno triunfe en España para romper con él.
¿Qué tienes por delante?
Afortunadamente muchas cosas. En 10 días estoy en Beziers con Carlos Olsina y San Román, A Saint Gilles voy con una novillada francesa. El mes de Septiembre es un mes muy intenso con Bayona (Los Maños), Calasparra (Valdellán), Villaseca (Ibán), Arganda (Victorino), Nimes (San Sebastián)… Habrá otras tardes y ojalá alguna más en octubre.