De Manuel arrasa ante una buena novillada de La Quinta. Atienza al ralentí. (Riaza 14 Septiembre)
La feria de Riaza, en su preciosa plaza de toros, ha celebrado una interesante novillada con picadores de buen juego con el hierro santacolomeño de La Quinta. En ella ha destacado el insultante poder de Francisco de Manuel y los momentos de toreo al ralentí de Pablo Atienza. En la parte negativa la mala imagen de un desdibujado Cristóbal Reyes.
Foto: Prensa Francisco de Manuel.
Abrió la tarde un presionado Pablo Atienza ante un novillo guapo de la vacada andaluza. La belleza del cárdeno se fue difuminando en sus salidas con la cara alta y su falta del más mínimo ápice de casta. Al segoviano no se le puede decir nada salvo su forma acelerada de entrar a matar. DIVISIÓN DE OPINIONES AL SALUDAR.
El segundo de la tarde tuvo cuajo y poca cara. Fue acribillado en varas por la cuadrilla de Cristóbal Reyes quién naufragó en un soso trasteo horrendamente rematada con la espada. SILENCIO.
Francisco de Manuel salió decidido a demostrar su posición de número uno del escalafón ante un interesante novillo. Su labor en la muleta tuvo mucho mérito cuando logró templar las arrancadas bravas del animal. Los enganchones fueron lógicos aunque se fueron quedando en el olvido cuando el animal fue perdiendo revoluciones. El final de faena fue de mucho poso arrancando UNA OREJA merecida.
Pablo Atienza demostró buen toreo con la inmensa clase del cuarto. El segoviano, aunque se aceleró por momentos, recordó su buen tono del año pasado llevando al ralentí al de La Quinta. La plaza rugió cuando novillo y novillero se acompasaron en momentos de gran belleza. Por el pitón izquierdo no hubo el mismo acople que por el derecho pero el poso del trasteo ya había calado. La espada dejó todo, tras una intentona acelerada, en OREJA que debe servirle para recuperar ánimo. Quién torea tan despacio…
Cristóbal Reyes se perdió en una faena plana ante un animal que mereció mucho más que tanto mantazo. Con la espada, un horror. SILENCIO.
La faena de la tarde por intensidad fue la de De Manuel al extraordinario sexto. Desde el capote se vio a un torero rotundo que dio al animal cada paso y cada pase adecuado perdiendo los pasos necesarios para cuajar lo que pedía el novillo. Por la derecha mandó y por la izquierda se reunió en naturales cadenciosos que pusieron en pie a la plaza. Cuatro pinchazos alejaron los máximos trofeos pero no UNA OREJA de consagración en la referencia del escalafón inferior. Vuelta al ruedo merecida a un soberbio animal.
BUENA NOVILLADA DE LA QUINTA, SALVO EL PRIMERO, CON UN ARRASADOR FRANCISCO DE MANUEL Y CON LOS MOMENTOS DE TOREO AL RALENTÍ DE PABLO ATIENZA. MUY MALA TARDE DE CRISTÓBAL REYES.