De Justo marca diferencias tras la batalla de Dax (Crónica Don Benito 9 Septiembre)
Tras la batalla de Dax volvía a los ruedos Emilio de Justo y lo hacía en la localidad pacense de Don Benito. Un festejo a otro nivel en el que el de Torrejoncillo ha enseñado una tremenda madurez. Su capacidad para triunfar ante un noble encierro de Sánchez Urbina ha sido una clara muestra del estado de forma de un torero que marca diferencias.
Al primero de su lote lo recibió a la verónica con mucha suficiencia. El astado no prometió mucho en la muleta y Emilio lo dosificó. Una faena que fue ganando en exigencia con la capacidad suficiente para evitar que el toro se descompusiera y se terminara rajando. El final de faena fue una muestra del estado de forma del torero con la plaza rugiendo de verdad. El primer intento de estocada cayó bajo pero con la misma tranquilidad de toda la tarde corrigió el error recetando un espadazo. OREJA. Sin duda el coleta ya atesora una insultante facilidad y una moral por las nubes.
En el quinto comenzó con verónicas rodilla en tierra que abrochó con una bellísima media a pies juntos. El de Sánchez Urbina prometía hasta que enseñó su verdad en un buen capotazo de Morenito. Antes habíamos visto un bello galleo hacia el caballo que quedó a medias cuando el toro apostó por ir al peto y dejarnos con la miel en los labios de la media que se estaba dibujando en el capote del torero. En la muleta estuvo Emilio de nuevo muy fácil. Ligó las tandas como si de un entrenamiento se tratara con una capacidad tan enorme que todo sonó a menos intensidad de la que debía pues no fue fácil. En el final de faena llegaron dos series de mano baja y mucho mando que pusieron a todos de acuerdo y dejaron en el coso la sensación de un diestro al que este compromiso se le quedaba pequeño. Mató bien y cortó DOS OREJAS. A nadie se nos escapa el enorme paso adelante que supone ver su capacidad y disfrutarle toreando con esta suficiencia. Difícil pararle con esta amplia variedad de registros.
La labor de José Garrido hizo más grande la de su compañero de cartel. Al primero de su lote, áspero y malo, le mostró su no buen momento de forma con poco acierto. No tuvo orden su labor hasta que arreó a por todas con más corazón que cabeza. Eso gustó y le puso en sus manos DOS OREJAS
En el sexto vimos la realidad del encierro de Sánchez Urbina con su poco gas. En la muleta duró un suspiro ante un torero que salió a por todas iniciando de rodillas. A partir de ahí Garrido le buscó las vueltas hasta arrancar dos benévolas orejas tras una estocada al encuentro. DOS OREJAS.
Abrió la tarde Leonardo Hernández ante un toro de poca presencia de Luis Albarrán. El extremeño puso mucha entrega en todo y eso hizo que la faena tuviera altibajos. Sus pares de frente fueron lo más destacado y la gente se terminó de decidir con sus corbetas. Un rejonazo con el toro casi muerto fue el preludio de DOS OREJAS.
En el cuarto vimos momentos de buen toreo citando de frente, de poder a poder, aunque la reunión en el momento de clavar no fue el deseado. Muy conectado con el público volvió a destacar para ellos con las corbetas y las cortas al violín. El rejón entró y en sus manos paseó DOS OREJAS