Cristóbal Reyes “Nosotros podemos comprar nuestra libertad con nuestra espada y nuestra muleta”. Alfarero de Oro.
En la dureza de las capeas se forjó un torero, el jerezano Cristóbal Reyes. En el momento en el que tuvo que decidir entre dejarlo y seguir el novillero se marchó a la dureza de este toreo y ha sido allí dónde ha crecido y se ha formado. Avanza su camino en la vía más dura y el próximo septiembre toreará en La Sagra ante los temidos novillos de Dolores Aguirre. Una charla de dureza e ideas claras mientras termina de recuperarse de la cogida en Riscle.
Toreaba en las capeas dado que tenía dificultad para torear en novilladas ya que a las que optaba lo hacía en condiciones monetarias no precisamente buenas. Tomé la determinación, para no estar parado, de irme a seguir preparando en las capeas para crecer como torero.
¿Se puede crecer entre recortadores y algún que otro “espontáneo” bastante subido de alcohol?
Es salvaje, es un mundo hostil. Si se tiene mentalidad fuerte sí puedes crecer, yo lo he conseguido. Mi mentalidad era la de hacer el toreo y quedarme quieto cada vez que me pusiera delante del animal.
Un mundo hostil como comentas, pero, ¿se puede llamar la atención en un entorno así?
No era mi intención llamar la atención de nadie. Lo que quería era crecer como torero y ser feliz con lo que me hace serlo, torear. No tuve otra opción y me fui a las capeas. Estando sin caballos apenas me conocían y el verme en las capeas causó sensación. El haber toreado esos animales tan fuertes hizo que me dieran el debut en Francia porque tenía el aval de ese trapío y de la variedad de encastes. Mi carrera se ha lanzado en ese debut en Riscle y en la novillada de después en Guadarrama.
¿Pasaste por la decisión de quitarte o ir a las capeas?
Sí, tuve que elegir. Me hice muchas preguntas sobre si servía para esto o no. Ante esas dudas me fui a las capeas porque sabía que allí me iba a probar y pasar miedo. Iba a ser una prueba difícil que me diría las respuestas a las preguntas que me estaba haciendo.
¿Faltaron oportunidades en la escuela?
No, las tuve, pero no las aproveché. Si hubiera cortado tres o cuatro orejas cada tarde todo hubiera sido más fácil. El toreo es así y me quedé parado. Las capeas me han servido para madurar y saber que tengo que apretar para no volver a quedarme parado.
Andaluz, tierra de muy pocas novilladas picadas.
En Cádiz ni una. En mi provincia no dan novilladas con caballos, está todo muy complicado. Si no fuera por ayuntamientos románticos como el de Villaseca sería imposible.
Tu carrera se está forjando en Francia por la vía más dura.
Sí, de sin caballos siempre he puntuado y la afición francesa me ha ido conociendo. He ido teniendo mi ambiente, me están dando sitio y espero que sigan. Es una tierra a la que debes siempre ir entregado, lo agradecen y premian.
Un contraste con las nulas oportunidades de tu tierra, ¿sigues pensando en que llegará el momento en Andalucía?
Para mí es un sueño pero ahora mismo mi carrera está enfocada en Francia y las novilladas que tengo como Villaseca. Es un reto, el torear allí, que me he marcado a largo plazo pero ahora solo me preocupa el corto plazo.
Tu carrera, como hablábamos antes, se forja en los hierros más duros.
Hay hierros “fáciles” y “difíciles” que no son malos ni imposibles. Hay que tener una tauromaquia amplia y variada que entienda y saque partido de los diferentes comportamientos de cada animal.
¿Te puedes expresar con estas ganaderías?
Cuando al toro le das verdad con pureza o se entrega o te echa por los aires. Concibo el toreo de esa forma y tengo fe que puedo ir labrarme un camino en el que pueda probar tanto lo dulce como lo amargo.
Firmes ideas pese a que ya has probado el amargo sabor del hule.
El toro debe coger. El toro acomete y si te equivocas o te pones muy puro la cogida es algo que puede pasar, lo tengo asumido.
Pese a que se recupera del último percance su madurez y firmeza de ideas impresiona.
Hablemos de Villaseca.
Lo veía como una cosa imposible. Sin haber hecho méritos, pensarán qué coño hace éste aquí. Esto me carga de responsabilidad. Sin haber ido a Madrid estar allí me hace que apriete y piense en reivindicarme con mi espada y mi muleta.
Hombre, Marqués de Albaserrada, Raso de Portillo, Adelaida… lo de la falta de méritos es discutible.
Es la verdad, he toreado poco y no me ha dado tiempo a hacer méritos. Hay que tomárselo así y aprovechar esta oportunidad tan buena que tengo.
Abres la feria con Dolores Aguirre, dura.
No, con sus peculiaridades. Hay que ir con la mente clara y comprender las embestidas. Como te lo tomes como corrida dura no duermes ni vives.
¿Te quita el sueño?
No, en las capeas he valorado las cosas. La de Dolores es una novillada fuerte pero no tendré recortadores molestándome. El toro no lleva una hora en el cajón, no estará orientado, eso me da tranquilidad.
Hablamos de su apoderado.
Alfredo Fernández me conoció en Guadarrama, apostó por mi para ponerme. La verdad es que quién me iba a decir a mí que iba a pasar de tapia y autostop a ir ahora de invitado a los tentaderos. Quién me iba a decir que tendría todo esto y es, en parte, gracias a Alfredo. Cuando nos sentamos nos hablamos con sinceridad. Todo lo que me planteó se está cumpliendo y ahora yo debo dar la cara.
¿Qué tienes por delante?
1 de septiembre en Cerceda, Villaseca, Calasparra y luego varias novilladas que no han salido y que por prudencia no debo decir.
¿Y Madrid?
Mi deseo era de ir a Madrid porque el esfuerzo hay que hacerle todos los días. Si se hace en Madrid se valora más, me gustaría ir, pero pensándolo bien Alfredo me va a hacer novilladas para hacerme y coger oficios. Hemos pensado que mejor el año que viene.
La última pregunta, torero. ¿Cómo soportas el ver que las novilladas se quedan en manos de novilleros de cartera y apellido?
Cada uno nace y Dios te da una vida y un destino. No tengo rencor ni pienso en quién lo tiene mejor. A mí me ha tocado lo que me ha tocado, somos nosotros quienes podemos comprar nuestra libertad con nuestra espada y la muleta y posicionarnos donde otros están. Yo debo apretar y ponerme en el mejor lugar.