Alejandro Fermín “No te pones delante del toro por dinero pero heredas un legado que debes honrar”.
La historia de Alejandro Fermín es de las que demuestran que el toreo no es precisamente justo. El cacereño tiene una gran zurda, unas buenas condiciones que su negativa a manchar su traje ha provocado que sus actuaciones sean casi inexistentes. Con él hablamos de su pasión para seguir adelante. Villaseca sí ha tenido sensibilidad para ponerle tras la mala suerte del año pasado cuando tuvo que entrar a la enfermería por culpa del hombro.
Foto: Twitter Alejandro Fermín.
El ser torero no es una decisión que se toma, se nace con ello. Nace por dentro, los sentimientos te van creciendo y ello te hace tener la ilusión suficiente para luchar por este sueño.
El torero recuerda sus inicios “como una de las cosas más bonitas, fruto de la inocencia.”
¿Te preparan para la dureza?
Te dicen que es una profesión muy dura pero con esa inocencia del inicio no lo sientes. Va pasando el tiempo y descubres que esa dureza es muy real.
¿Cómo se puede afrontar la dureza?
Con la ilusión de torear. Es esa la que te hace llevar mejor los momentos duros. La afición te ayuda a levantarte cada día para entrenar y afrontar lo que venga.
En tu carrera no te ha temblado el pulso a la hora de cambiar de apoderados, siempre con las cosas claras.
Sí, no he tenido muchos pero soy de sentimientos y por ellos me guío. Me guío por ello tanto para torear como para tomar decisiones, hago lo que el corazón me dicta.
En los comienzos tuviste a Julián Guerra a tu lado, ¿cómo es?
No me apoderó pero sí me ayudó. Es una persona para el entrenamiento muy dura pero eso me sirvió para superarme y saber hasta donde puedo llegar y hasta donde puedo llevar mi límite.
Tus actuaciones, de gran poso, se cuentan con los dedos. El túnel…
Uno se juega la vida y qué menos que defender los valores y respetos aprendidos de pequeño para dignificar la profesión. Nunca te pones delante del toro por dinero pero los toreros antiguos dejaron un legado que hay que cuidar. He toreado poco pero prefiero eso a torear de mala manera.
Dices que no te pones por dinero, ¿por qué se pone un torero delante de un toro?
Es un sentimiento que va por dentro y que es mayor que el dinero. Te hace llegar a estar ahí delante y es por lo que sientes por lo que te pones, por lo que uno sueña.
¿Merece la pena sacrificar todo?
Sí, tienes que soñar con ser torero y tener ese sentimiento que viene de dentro. Si no, la dureza te hace todo muy complicado.
Torero, ¿te llegas a desesperar?
Si, porque entrenas mañana y tarde en invierno y verano las 24 horas y te ves parado. Te pones a pensar y a lo mejor no te lo mereces. Cuando te ofrecen cosas a las que nadie debería ir te hace daño, te quedas en casa y otros torean más que tú. El hecho de verlos torear, te duele.
Además también te toca el hundimiento de Cáceres.
Si, apenas hay festejos. En mi provincia habré toreado en 3 poblaciones. Me ha afectado la situación de Cáceres.
En la feria de Moraleja, precisamente Cáceres, has triunfado y no se traduce en contratos.
No me he presionado en ese sentido. Si doy lo que tengo que dar en las plazas sé que todo llegará.
El año pasado también el hombro te dio más de un quebradero de cabeza.
Es muy difícil. Fue todo a contracorriente con cuatro luxaciones de hombro y una cornada. Sin la ilusión tirarías todo, ¿para qué luchar?. Pero el toro te regala todo.
¿Qué te regala?
Se sienten cosas muy bonitas. Definir con palabras no se puede. Cuando te embiste un toro y lo cuajas no te cambias por nadie.
¿Qué tienes por delante tras haber toreado solo dos festejos (Cabezuela y Moraleja)?
Una, Villaseca.
Me dejas helado.
Sí, es triste decirlo pero lo que tengo es solo una. Habrá que demostrarlo de salón (risas sarcásticas)
¿Todo pasa por Villaseca?
Sí. Para mí Villaseca supone mucho. Allí no tengo nada que perder, todo por ganar. Esto está difícil, no puedes resbalar. Tengo que dar un golpe y encaminar mi camino para que me llegue lo que me tenga que llegar.