Agustín Díaz Yanes “La esencia del toreo es imposible de cambiar”.
Hoy hablamos con Agustín Díaz Yanes un gran aficionado a los toros. El prestigioso director de cine ganador del Goya a la mejor dirección y al mejor guión (“Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto”) y que habla, sin complejos, de su afición al mundo del toro.
Hijo del mítico banderillero “Michelín” con él recordamos la figura de su padre en su centenario y hacemos una más que interesante radiografía de la actualidad del mundo del toro.
Hablamos con Agustín Díaz Yanes.
Comenzamos hablando, antes que del torero, de un padre.
Recuerdo a mi padre con mucho afecto, muy bien. El recuerdo que tengo es el de cualquier hijo con su padre, es algo difícil de contestar.
¿Qué me diría de su padre como torero?
Lo vi. Se retiró cuando yo tenía catorce años. Iba a verle en plazas como Málaga, sobre todo. La realidad es que prestaba más atención a que no le pasara nada que al propio festejo. Eso sí, me decían que toreaba bien pero como te digo, a mí lo que me importaba era su salud.
Una infancia rodeada de toreros.
Sí, en Fernán González -Barrio de Ibiza- vivían toreros como Ordóñez, Girón, Sánchez… Había un bar “El Trébol” donde los toreros se reunían.
Una escuela de valores.
La realidad es que a mi padre lo veíamos poco porque toreaba mucho, los valores nos los dio mi madre. Cuando él se retira, mi hermano (16 años) y yo (14) estábamos educados. Una vez retirado, estuvimos más con él. Él dejó nuestra educación en manos de mi madre y, para él, lo que ella hiciera estaba bien.
¿Se toma mal el no poder ver a su padre por “culpa” del toreo?
No, se retiró muy joven y lo pudimos ver y estar con él.
Nace un gran aficionado.
Aparte de mi padre, mi abuelo materno era un gran aficionado. Había intentado ser torero en la época de Belmonte y Joselito. Mi tío abuelo era taurino y abonado en Zaragoza y me llevaba mucho a los toros. A San Isidro me llevaron mucho. Mi afición no tiene ningún mérito porque desde niño he tenido la afición en mi vida por mis dos familias.
¿Cómo ha visto el toreo cambiar estos años?
Bastante. Cuando estás metido en los toros no te das cuenta tanto. Ha evolucionado mucho el toro y la sociedad y público, de la mano. Desde la época de mi padre, se retiró con Camino, ha habido un gran cambio.
El toro es más grande, se mueve menos y la sociedad y público han cambiado. El trasfondo del toreo no ha cambiado tanto. Seguramente si ahora volvieran Viti y Camino no se pensaría que ha cambiado tanto como sí pasa en otras disciplinas como el fútbol.
Un torero
No solo uno, muchísimos. Por hablarte de los no en activo He visto torear a Ordóñez, Camino, Viti, Paula, Gregorio, Curro Vázquez (que ha sido de los míos)… A Antoñete lo vi de jovencito y cuando volvió por tercera vez, fue muy amigo mío. Me quedo con todos estos toreros.
Me decía que la sociedad ha evolucionado mucho, ¿debe adaptarse el toreo a esa evolución?
No. El toreo tiene que evolucionar en las cosas más externas como la comodidad. Antes se picaba sin peto y ahora sí. Lo que es la esencia del toreo es imposible de cambiar. Es tan arcaico, extraño y maravilloso que si lo cambias no sirve para nada.
Me refiero a que no haya sol y sombra, que haya más comodidad. No se puede cambiar la esencia del toreo porque cambia todo. Esa esencia es lo que lo tiene en pie como hace 80 años.
El toreo, refugio de artistas.
En eso sí ha cambiado la sociedad. Los artistas buscaban a los toreros y no al revés. Picasso, Lorca, Alberti se acercaban, no había que llamarles. El toreo fascinaba a artistas españoles y extranjeros como Welles. Ahora es más difícil, la sociedad ha cambiado y al artista le da más miedo por no ser políticamente correcto. En esa época que te decía se acercaron. Literatura, pintura…
Usted siempre ha enseñado su afición, ¿ Agustín Díaz Yanes , se ha sentido alguna vez rechazado por sus compañeros?
Nunca, si lo han tenido no me lo han dicho (risas) Saben quién soy yo y no me han dicho nada.
Hablemos del IVA.
Para todos debe bajar, también para el cine. Son disciplinas artísticas que deben tener condiciones fiscales más avanzadas. El Gobierno hizo una subida brutal que no ha hecho nadie en Europa y que ha machado artes. Es algo horrible que demuestra que se ha perdido más de lo que se suponía se iba a ganar subiéndolo.
Como gran director de cine, ¿el toreo debe venderse mejor?
No creo que el toreo deba venderse. Lo que sí creo es que debe publicitarse de acuerdo a los tiempos. No puede ser que vayas a una plaza y no haya un solo cartel que anuncie la corrida. Los que somos aficionados tenemos unos mecanismos adquiridos sobre cómo acceder en temas como venta de entradas u horarios que deben facilitarse más a los que se acercan de inicio. La publicidad es esencial, no cabe duda.
Me ha gustado tanto la entrevista que me pareció hasta corta.