A Plasencia le valió un cuarto de Morante (Crónica Plasencia 16 Junio)
Las fiestas de Plasencia arrancaron con un festejo muy esperado en el que la plaza rozó el lleno en tarde de calor asfixiante. El coso cacereño ofreció un gran aspecto para un festejo de relumbrón con promoción con mucho tiempo de antelación. Los toros de Alcurrucén por debajo de lo esperado.
Abrió la tarde Antonio Ferrera con una labor desganada ante un toro de buena clase de los Lozano. El pacense no puso banderillas y la plaza pareció sumirse en una decepción. En la muleta Antonio pasó al toro con poca fe por ambas manos en un tedio de poco metraje que fue coronado con desganada espada. OREJA PROTESTADA.
La tarde siguió cayendo con un segundo de poca clase y entrega con el que el esperado Morante dejó ganas para el segundo de su lote arreando en el peto y matando con poco compromiso LEVES PITOS.
Roca Rey fue el primero en poner ganas a la tarde y la plaza, benévola, se entregó. El Alcurrucén no fue picado y se movió sin entrega ni clase en el tercio final. Andrés ligó muletazos con profesionalidad para arrancar un generoso doble trofeo de poco peso. DOS OREJAS.
La anodina tarde de Antonio Ferrera siguió en el cuarto. Un buen toro con el que se vio algo del toreo que atesora el coleta pero en un excesivo amor por el toreo más complicado de formas. Mucho retorcimiento y pocas apreturas para dejar algún retazo entre un soso conjunto. DOS OREJAS. Buenos naturales pero el motor a medio gas.
Morante salió a por el quinto entre roncos rugidos de amor. Pese a que no pasó nada con la capa la plaza fue empujada al paroxismo morantista. Esta vez sí quiso y dibujó una media preciosa sin toro, dedicado éste a huir. En la muleta arrancó con torerísimos ayudados por alto que supieron a gloria en tarde tan discreta. Por ambas manos sus pinceladas de genialidad enloquecieron a unos tendidos predispuestos. Indudablemente hubo torería y un final de faena de nivel con mucha superioridad para que el toro no se rajara y para suplir las carencias de éste.. DOS OREJAS con la plaza loca en una eterna vuelta al ruedo. Es otro mundo hasta con un cuarto de él…
Roca Rey despachó al sexto enseñando más carencias a la hora de templarse. El de los Lozano no fue nada del otro mundo pero sí tuvo clase y aquí el peruano no pudo tirar de su repertorio más pirotécnico. Faltó enjundia en el toreo ortodoxo aunque remontó con circulares de público. La espada dejó todo en OVACIÓN DE DESPEDIDA.
PLASENCIA SE DESPENDOLA CON UN CUARTO DE MORANTE, SUFICIENTE PARA MARCAR DISTANCIAS. FERRERA DESDIBUJADO Y ROCA EN UNA LÍNEA GRIS PERO SUFICIENTE. SE LLENÓ CASI EL COSO, SALIERON A HOMBROS PUES FIN.